Mayra Hermosillo González/El Diario

lunes, 24 junio 2019 | 17:38

En la comunidad de Estación Consuelo, se percibió un ambiente de duelo, desconsolación y tristeza al despedir los restos de Marquito Bocanegra Hernández, un pequeño niño de 8 años que apenas iba a cursar el cuarto año de primaria, “Él era el corazón de nuestro hogar, un niño muy travieso y alegre; si estuviera aquí le diría que me ayude a calmar este dolor” expresó desconsolada la madrina quien lo crió los primeros cuatros años de vida.

De pensar que sería un día de diversión, se convirtió en uno de los días más difíciles de su vida, según lo consideraron los integrantes de la familia Bocanegra Hernández, al reunirse desde las 10 de la mañana en la sala de velación de aquella comunidad.

Ropa negra y flores fueron las cosas que adornaron este espacio, en donde se esperaba arribará el cuerpo de Marquito.

"Era un niño muy vago, muy cariñoso, nos alegraba los días" mencionó la madrina Carla Patricia Bocanegra Hernández, quien tuvo que tomar un pequeño descanso para controlar su llanto.

Las madres de los compañeros de clase también se congregaron para orar al Creador por el dolor de la mamá de Marquito, quien se cuestionaba el porqué de su desgracia.

Desafortunadamente, el cuerpo duró tres días desaparecido dentro del cuerpo de agua fría, motivo por el cual sus restos tuvieron que ser sepultados ayer mismo, luego de que se velara y se ofreciera una misa especial.

"Gracias a todos y cada una de las personas que no nos dejaron solas, que estuvieron siempre acompañándonos y apoyando a que encontráramos a mi bebé, al menos sabemos que ya está con Dios, volviendo a sonreír pues es un Ángel hermoso" agregó la madrina de marquito.

"Ay mi niño, te llevaste mi vida, mi niño hermoso" concluyó con un llanto desgarrador, por lo que la entrevista tuvo que ser interrumpida.