El índice de morosidad de los créditos al consumo aumentó de enero a junio de 12.9 a 13.90%, su nivel más alto del año, según la CNBV
Charlene Domínguez/Reforma
martes, 15 septiembre 2020 | 09:28Ciudad de México.- El índice de morosidad ajustada de los créditos al consumo, que incluye los atrasados y vendidos a empresas de cobranza, alcanzó su nivel más alto del año.
Antes del inicio de la pandemia, el Índice de Morosidad Ajustada (Imora) de los créditos al consumo otorgados por la banca comercial se ubicó en 12.91 por ciento.
Para junio, con la suspensión de actividades y labores, así como las medidas de confinamiento por el Covid-19, el Imora se incrementó a 13.90 por ciento.
La morosidad ajustada en tarjetas de crédito se elevó de 15.39 a 17.05 por ciento de enero a junio.
Los créditos personales aumentaron su Imora de 16.41 a 17.50 por ciento en el mismo periodo.
En contraste, el Índice de Morosidad (Imor), es decir, después de limpiar la cartera y eliminar parte de los vencidos, apenas cambió de 4.36 a 4.38 por ciento en el periodo mencionado, según datos de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).
Para julio, el Imor de la cartera de crédito al consumo bajó a 4.08 por ciento, según el organismo.
Estas cifras reflejan que los bancos están manteniendo los niveles de morosidad pero los traslados de cartera vencida a empresas de cobranza, para tratar de limpiar su cartera, se incrementaron.
Además, en estos datos falta incluir la morosidad de los créditos que se inscribieron al programa de diferimiento de pagos de la banca, explicó el consultor financiero Mario Di Costanzo.
"El índice de morosidad no refleja todavía la situación real porque con estos programas (de diferimiento) la CNBV permitió que los bancos manejaran la cartera de forma diferente", señaló.
Los 9 millones de créditos que hasta junio contabilizó la Asociación de Bancos de México (ABM) como inscritos al programa de diferimiento de pagos no están moviendo todavía el índice de morosidad.
A partir de septiembre, cuando se levante este programa, las personas que no tienen empleo no podrán pagar sus créditos que se quedaron congelados, añadió.
De acuerdo con el especialista, el congelamiento de los pagos podría generar un efecto adverso sobre los usuarios del crédito, en virtud de que enfrentarán un mayor endeudamiento por la acumulación de los intereses o pagos.