Por el incremento del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios para el 2022
Manuel Quezada Barrón / El Diario
martes, 04 enero 2022 | 05:00Chihuahua.- Comerciantes en pequeño empezaron a registrar aumentos del 7.5 por ciento en las cajetillas de cigarrillos, como consecuencia del incremento en el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) para el 2022 y esperan que los proveedores de refresco embotellado hagan lo mismo en breve.
La cajetilla de cigarros de marcas como Marlboro, Benson y L&M pasaron de un precio de 66 a 71 pesos al consumidor final.
Informaron que un paquete de 10 cajetillas de cigarros se conseguía con precio de mayoreo a 614 pesos con los proveedores y esta vez aumentó a 651.30 pesos, por lo que el consumidor pagaría entre 70 y 71 pesos por cada una.
Los comerciantes recordaron que el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios del tabaco labrado se ajustó 0.5108 a 0.5484 por cajetilla, es decir, un 7.36 por ciento más, a partir de enero del 2022 en comparación con el de diciembre del año pasado.
Señalaron que aún y cuando se tiene este tipo de aumentos en la carga impositiva y en el precio final, la venta de cigarrillos parece seguir igual e incluso incrementar, con los nuevos consumidores que se van generando día a día, semana a semana.
Precisaron que solo durante los primeros días después del incremento, sí merma marginalmente la comercialización, en tanto se asimila el ajuste.
En lo que se refiere al refresco embotellado y otras bebidas endulzadas, informaron que el gobierno también aprobó un incremento en el IEPS de 1.3996 pesos por litro a partir de este mes, cuando hasta diciembre pasado era de 1.3036 pesos.
Los comerciantes indicaron que hasta ayer, los proveedores no habían anunciado incremento alguno a sus productos, de suyo ya muy caros, tomando en cuenta que una botella de tres litros ya ronda los 41 pesos.
No obstante, indicaron que las embotelladoras aplican varios incrementos durante el año, sea de 50 centavos y hasta un peso, cada vez, dependiendo del volumen del envase que lleve el cliente.
Indicaron que a pesar de la política del gobierno de imponer altos impuestos a los refrescos para con ello desincentivar el consumo y evitar problemas de salud como obesidad y diabetes ente la población, estos productos no dejan de ser demandados y casi se ven como un producto de la canasta básica.
Para el negocio, dijeron, en realidad son unos centavos de ganancia neta por cada refresco que se vende y aunque se gasta también mucha luz eléctrica para tenerlo frío y al gusto del cliente, no deja de ser uno de los llamados “artículos ganchos” para jalar clientes y que de paso lleven compren otros productos.
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