Durante ocho días hogares de la frontera encendieron cada día un candelabro de nueve brazos llamado janukía
De la Redacción / El Diario de El Paso
lunes, 26 diciembre 2022 | 09:09El Paso, Tx.- Durante ocho días miembros de la comunidad judía de El Paso celebraron Janucá: la festividad que durante ocho noches enciende luminarias para recordar la rededicación del Templo de Jerusalén hace más de 2 mil 100 años.
El festejo, considerado un festival de luz y una metáfora de cómo una flama puede transformar la oscuridad, concluye este lunes con la puesta de sol. El domingo se encendió la última luminaria en los hogares judíos de esta frontera.
Como ya es tradición desde hace 36 años, decenas de familias se congregaron en la sinagoga Chabad-Lubavitch de El Paso, ubicada en el lado Oeste para atestiguar el encendido de la octava luminaria, en el octavo día de Janucá de este año.
Tras invocar algunos rezos particulares de la festividad se procedió a encender la menorá de 10 pies –tres metros– de altura, erigida sobre la calle Escondido.
Después del encendido, hubo una celebración comunitaria que incluyó un buffet de falafel, una comida típica del Medio Oriente que consiste en croquetas de garbanzo fritas.
Durante Janucá, debido a que se celebra el milagro en que el aceite para la menorá del Templo de Jerusalén duró ocho días, siendo que había provisión sólo para uno, se acostumbran alimentos fritos, como donas o unas tortitas de papa rallada llamadas latkes.
“Nuestra respuesta al odio de cualquier tipo nunca debe ser acobardarnos u ocultar nuestra fe”, dijo Levi Greenberg, rabino asociado de Chabad en El Paso. “La historia de Janucá es el tremendo poder de la luz para vencer la oscuridad. No podemos tener una mejor respuesta a la negatividad que podemos encontrar que reunirnos en números aún mayores y celebrar la luz de la menorá en público”.
La iluminación pública de la menorá de este año tiene un significado adicional, ya que las comunidades judías de todo el mundo celebran el Año de Hakhel o “Reunión”, una tradición judía que ocurre una vez cada siete años.
“La unidad es lo que hace que una comunidad sea fuerte”, dijo el rabino Greenberg. “Hakhel es un momento para sintonizarnos con esto porque juntos podemos lograr grandes cosas. No hay mayor demostración de la luz literal que está en nuestro poder traer al mundo que reunirnos y encender la menorá. Esto es lo que el mundo necesita”.
Campaña mundial
Janucá enfatiza que todos y cada uno de los individuos tienen el poder único de iluminar el mundo entero. Fue para alentar esta profunda idea que el Rebe, el rabino Menajem Mendel Schneerson, de buena memoria, lanzó la campaña de concientización sobre la festividad en 1973, de la cual forman parte las actividades públicas de Hanukkah en El Paso.
La menorá da a la calle, señala el Rebe –líder de Jabad– por lo que los transeúntes inmediatamente sienten “el efecto de la luz, que ilumina el exterior y el entorno”.
La campaña anual de Hanukkah de Jabad-Lubavitch ha distribuido millones de menorás a judíos de todo el mundo y ha erigido miles de menorás públicas para compartir su mensaje universal de luz sobre la oscuridad con la humanidad en general.
En la actualidad alcanza a más de 8 millones de judíos y tiene presencia en cien países del mundo.