Escaparate

'Entendiendo a Darwin', relato para cuidar la vida

La investigadora María Garza-Jinich comparte en un libro sus indagaciones sobre la biodiversidad y la importancia de preservarla

Agencia Reforma
Agencia Reforma / La matemática María Garza-Jinich quiso compartir con el público sus indagaciones sobre la biodiversidad, un tema que le apasiona

Yanireth Israde/Agencia Reforma

lunes, 27 febrero 2023 | 07:01

Ciudad de México.- La investigadora María Garza-Jinich, quien escribió Breve historia de 4 mil millones de años. Entendiendo a Darwin, libro de divulgación científica sobre la evolución, advierte que la sociedad humana no asume cabalmente la responsabilidad que le corresponde en la preservación de la vida.

"Tenemos una responsabilidad enorme, pero no nos damos cuenta de la magnitud del problema cuando dicen que puede extinguirse una especie en 20 años. No sabemos la responsabilidad que implica", refiere en entrevista la autora, formada como matemática en la UNAM, con doctorado en Ciencias e Ingeniería de la Computación y aficionada a la evolución, una disciplina que siempre le resultó tan intrigante como atractiva, hasta que escribió el libro que le hubiera gustado leer.

Es una obra provista de ilustraciones y publicada por Adarve que relata, de forma amena y sucinta, la historia de la biodiversidad, pues mientras más se conozca y mejor se comprendan los procesos evolutivos, mayor conciencia habrá de la responsabilidad que tenemos, señala.

  "No entendemos cuánto tiempo tomó que el mundo se construyera, porque podemos hablar de un año, de diez, de 100 o de mil, pero la diferencia entre 100 mil y 1 millón de años, o entre 1 millón y 100 millones de años se comprende menos. Y resulta que ha habido vida en el planeta por 4 mil millones de años, y que los animales multicelulares tienen 500 millones de años. No tenemos idea de qué significa eso y de la responsabilidad que tenemos de cuidar a estas especies, porque nosotros somos miles de millones de gentes, pero no nos damos cuenta de que hay especies que son muy poquitas y muy frágiles. 

 "Entonces no estamos conscientes del tiempo y no entendemos la fragilidad de las especies, porque el mundo no es estático, es como un sistema que se está equilibrando y hay especies que si se modifica algún parámetro -como el clima o el alimento- van a desaparecer", explica Garza-Jinich, convencida de que la ciencia debe instruir, pero también enamorar.

  "Todo el mundo se pregunta por qué los seres humanos somos una especie tan particular, y creo que nuestra única singularidad es que nos preguntamos cómo es el mundo en el que vivimos. Ninguna especie tiene la preocupación por entender qué está pasando alrededor, ¿por qué el cielo es azul? o ¿por qué llueve? o ¿por qué tengo frío?. 

 "El ser humano inventó muchas explicaciones alrededor de lo que sucedía, entre ellas los mitos creacionistas, pero el único método, el único proceso que funciona es la ciencia, le guste o no a quienes atacan la ciencia, porque esta no tiene la palabra por dogma, sino que utiliza el razonamiento lógico y las evidencias con el objetivo de llegar a entender y tener conocimiento del mundo en que vivimos, entonces es fascinante".

  Las cuestiones más triviales, si se reflexionan, resultan cautivadoras, por ejemplo el funcionamiento de un teléfono celular, pues involucra conocimientos de física, entre muchos otros, dice.

  Su formación como matemática -trabajó hasta 2010 en el Instituto de Investigaciones en Matemáticas Aplicadas y en Sistemas de la UNAM- permitió a Garza-Jinich analizar y sintetizar en el libro años de lecturas y hallazgos, además de prepararla para explicar, o para traducir a un público no especializado, contenidos científicos. 

 "Creo que la matemática, que es una disciplina muy racional, muy sistemática, me ayudó a saber cómo convencer a la gente de lo fascinante que es.

  "'De todo esto que he leído: ¿qué le digo a la gente?', me preguntaba. Decidí escoger lo más atractivo, lo que enamore"'.

 La influencia de Eva

 María Garza-Jinich, quien siempre se preguntó por el origen de la vida y de la biodiversidad, recibió, de parte de su hijo, un regalo que la transformó en autora: Las siete hijas de Eva.

  Esta obra se dedica a los estudios que descubrieron cómo la mujer europea proviene genéticamente de siete ancestras que vivieron entre 45 mil y 10 mil años atrás, de acuerdo al análisis del DNA de la mitocondria. 

 "Ese libro me abrió un horizonte enorme y lo que hice fue ponerme a leer libros sobre el tema", rememora sobre el comienzo de su aventura por los terrenos de la evolución, en 2006.

  Su esposo, cuenta, le preguntó años después qué haría con todo lo aprendido en este campo de conocimiento y sembró una inquietud en ella, que ahora deriva en el libro de divulgación científica.

  "Es una gran responsabilidad saber sobre un tema y guardárselo para uno mismo", considera.

 Genio sin salir de casa

 Charles Darwin (1809-1882) desarrolló extraordinarias investigaciones prácticamente sin salir de casa, contrasta la matemática María Garza-Jinich. "Iba a Londres y regresaba; le llegaban cartas sobre descubrimientos de fósiles, porque en esas épocas se encontraban estos en Sudamérica y los mandaban en barco -si el barco llegaba-, a los museos en Europa y así se enteraba Darwin.

  "Imagínese la velocidad a la que llegaba el conocimiento: despacito". 

 Darwin llegó así hasta cierto punto en sus investigaciones, y no alcanzó a enterarse de los hallazgos genéticos de Mendel, añade Garza-Jinich.

 "Se hubiera desmayado de saber que los genes ratificaban lo que él sospechaba".

  Conózcala

 María Garza-Jinich (Ciudad de México, 1951)

 - Estudió la carrera de Matemáticas en la UNAM. 

 - Tiene una maestría en Ciencias de la Computación en la UNAM y un doctorado en Ciencias de la Computación por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

  - Durante 20 años trabajó en el Instituto de Investigaciones en Matemáticas Aplicadas y en Sistemas (IIMAS) de la UNAM, donde también fue coordinadora del Posgrado en Ciencias e Ingeniería de la Computación. 

 - En 2001 se incorporó al Centro Nacional de Evaluación para la Educación Superior (CENEVAL), donde trabajó hasta 2006 como directora de proyectos de investigación y dirección responsable de los análisis estadísticos. 

 - A partir de 2006 se retiró de la vida profesional y se ha dedicado al estudio autodidacta de la evolución biológica. Su actividad de tiempo completo es la divulgación de la evolución. Es autora del sitio educativo http://todosobrelaevolucion.org.mx.