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El diario
viernes, 13 noviembre 2020 | 12:40Ya estamos a mitad de la temporada actual de la NFL y son muchos los que valoran el status de los distintos equipos de temporada regular y las opciones con las que cuentan de conseguir el billete para jugar el Súper Bowl se refiere. Desde récords positivos esperados en los equipos, como los actuales campeones, los Chiefs, un gran contendiente como lo son los Seattle Seahawks, hasta un récord invicto derivado en los Steelers de Pittsburgh. Hasta este momento, estos son los equipos que más expectativas han generado en la liga deportiva más vista de todos los Estados Unidos y que ha conquistado ya medio planeta.
Sin embargo, un nuevo equipo de la Conferencia Nacional se alza con intereses de campeonato, uno que ha firmado nuevas incorporaciones a su ofensiva para conseguir, por primera vez en la historia, ser una franquicia que pueda disputar el título en casa, dado que la sede de este año no es nada más y nada menos que el Raymond James Stadium. Obviamente hablamos de los Tampa Bay Buccaneers, una franquicia que se ha considerado junto a los Seahawks y los Packers como uno de los grandes contendientes a disputar el súper tazón cincuenta y cinco, tal y como recogen todas las apuestas de la NFL.
Para muchos aficionados que han seguido a este equipo con el pasar de los años, han comprendido que este conjunto del Estado de Florida no gozaba de las mejores épocas de su franquicia. De hecho, se consideraba un equipo inferior dentro de su división del sur de la Nacional, siempre subordinados a los resultados de los Saints de Nueva Orleans en cuanto a aspiraciones de postemporada se refiere. No obstante, a fecha de hoy el panorama ilusiona de manera impresionante con la llegada de uno de los mejores en su posición en la historia de este deporte.
Hablamos de Thomas Edward Patrick Brady, el seis campeón como mariscal de campo de los Patriots de Nueva Inglaterra que asumirá, por primera vez en su carrera, un equipo a la ofensiva que no sea el conjunto oriundo de Boston. Con esto, las aspiraciones al título surgen inmediatamente y la ilusión de todos los piratas llegan a los cielos. Con Tom Brady a bordo, el trofeo Vince Lombardi puede ser una realidad.