Continúan investigaciones en la Ciudad de México para dar con el responsable
Miguel Chavarría/El Diario
jueves, 04 julio 2019 | 11:11Chihuahua.- A un mes del secuestro y asesinato del estudiante Norberto Ronquillo Hernández, la Procuraduría General de Justicia (PGJ) de la Ciudad de México continúa con las investigaciones para hallar al presunto culpable.
El Departamento de Información de la Procuraduría informó ayer que la investigación se mantiene en sigilo y que darán a conocer información relevante del caso cuando sea pertinente.
Señalaron que cualquier anuncio de la liberación de una orden de aprehensión podría poner en alerta a quien esté involucrado en el homicidio del joven estudiante de Mercadotecnia Internacional.
El pasado 12 de junio, la PGJ realizó un operativo en Coyoacán que dio con la detención de una persona.
Al darse a conocer el hecho, medios locales difundieron información que afirmaba que el aprehendido estaba relacionado con el secuestro y asesinato del joven de 22 años. Sin embargo, Ernestina Godoy, procuradora capitalina, desmintió los hechos: “La persona que fue detenida no se relaciona con el secuestro y homicidio de Norberto Ronquillo; pertenece a otra carpeta de investigación”, comentó en una rueda de prensa.
Aunque el Departamento de Información de la Procuraduría no otorgó información sobre la preparación de órdenes de aprehensión por el caso del estudiante meoquense, Ernestina Godoy informó el 19 de junio pasado que se estaban preparando dichas órdenes por los casos de Norberto y Leonardo Avendaño, seminarista asesinado por estrangulamiento.
“Voy a pedir algunas órdenes de aprehensión de los dos (casos), todavía me falta de uno, pero en el otro creo que ya. Ya estoy en posibilidades de pedirlas”, dijo Godoy. Días después, se lograría la detención del diácono Francisco Javier, acusado por el Ministerio Público capitalino de ser el probable responsable del homicidio de Leonardo Avendaño, quien fue hallado sin vida el 12 de junio pasado. Sin embargo, el caso de Norberto Ronquillo continúa sin ser resuelto.
El estudiante se mudó a la Ciudad de México para estudiar la carrera de Mercadotecnia Internacional en la Universidad del Pedregal. Era el último semestre de su carrera, también los últimos días para celebrar su graduación, pero el 4 de junio, al salir de clases, Norberto fue secuestrado.
De acuerdo con la PGJ, el secuestro había transcurrido diez o quince minutos después de que Norberto abandonara la universidad. El miércoles 5 de junio, en la madrugada, un familiar de Norberto llegó al Ministerio Público a presentar una denuncia.
El mismo denunciante solicitó a la institución no intervenir, ya que la familia se iba a encargar de las negociaciones para entregar el dinero que los secuestradores le solicitaban. El pago para el rescate del joven se concretó.
Dinero y alhajas fueron dejados en un punto específico de la Ciudad de México por órdenes de los secuestrados.
Uno de los familiares esperó a que Norberto fuera liberado y apareciera con vida. Pero nunca fue entregado.
Lo único que encontraron después fue su automóvil, un Yaris blanco, abandonado cerca de la universidad y con las llaves tiradas a un lado.
El viernes, día de la graduación, los estudiantes de la Universidad del Pedregal protestaron por la ausencia de su compañero.
Ese día nadie sonrió para la foto de generación. Todos los alumnos, con toga y birrete azules, sostenían carteles que reclamaban: #NosFaltaNorberto.
Al día siguiente, familiares, amigos y compañeros de la universidad marcharon por las calles de Tlalpan, donde ocurrió el secuestro, para exigir la reaparición de Norberto. Vestidos de blanco, portaban consigo fotografías del joven chihuahuense mientras atravesaban la ruta que él recorría en su automóvil.
Exigían a la Claudia Sheinbaum, jefa de gobierno de la Ciudad de México, justicia en el esclarecimiento del caso. La noche del domingo 9 de junio, dos policías localizaron el cuerpo de Norberto “en posición decúbito dorsal (boca arriba) ligeramente lateralizado a la derecha, envuelto en bolsas negras, amarrado con cables, maniatado de manos a la espalda, con fauna cadavérica”.
Los resultados de la necropsia revelaron que Norberto murió por asfixia y contaba con una fractura en la nariz. Además, los estudios indicaron que el joven estuvo cautivo por cuatro días antes de ser asesinado en ese mismo lugar.
Ernestina Godoy ordenó una indagatoria a miembros de la Fiscalía Especial para la Atención del Delito de Secuestro (FAS) para ayudar a descartar si los agentes actuaron conforme a los protocolos y dejaran pasar tiempo importante para lograr el rescate de Norberto.
“Tenemos algunas líneas de investigación bastante sólidas, y dentro de la indagatoria está [revisar] el actuar de todos los elementos [...] Si hay responsabilidad de parte de nuestros elementos, también serán sujetos a investigación”, dijo la procuradura capitalina en rueda de prensa.
Los restos del joven fueron trasladados el 12 de junio a Meoqui desde la ciudad de Chihuahua. Una caravana que clamaba justicia estaba encabezada por el vehículo que transportaba las cenizas de Norberto hacia el templo de San Pablo Apóstol, donde se le rindió una misa y un homenaje.
Al día siguiente, los restos de Norberto sería llevados de vuelta a la ciudad de Chihuahua, para ser depositados en un nicho de Mausoleos Luz Eterna.
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