Las farmacias han subido sus precios hasta en un 30 por ciento
Esteban Villalobos Guillén / El Diario
martes, 29 marzo 2022 | 19:05Hidalgo del Parral.- La falta de medicamentos en el sistema público obliga a pacientes, sobre todo a los que sufren enfermedades crónicas, a tratar de surtirse a cualquier precio, por lo que aseguran que las farmacias privadas han encarecido sus productos hasta un 30%.
En tanto encargados de farmacias aseguran que “tratamos de no incrementar, porque sabemos que el mercado que atendemos está muy golpeado y con trabajo le alcanza".
Sin embargo, ante la mayor demanda y escasez de materia prima, las farmacias privadas también reportan un desabasto de fármacos que va de 25% a 30%.
En lo que va del gobierno actual, los medicamentos se han encarecido 19.7%, por arriba de la inflación, reporta el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Rigoberto Martínez derechohabiente del IMSS en esta ciudad manifestó que tiene ya dos meses sin que se le surta el medicamento que requiere para tratar su enfermedad lo que le ha obligado a tener un mayor gasto en medio de la pandemia, la inflación récord y la falta de empleo bien remunerado.
“Aquí (en el IMSS) cuando hay medicamento le entrega a uno solamente el tratamiento para un mes, en el caso de quienes tenemos una enfermedad crónica, pero no se fijan que la consultas no son exactas a los 30 días pue se brinca hasta una semana y ese tiempo tiene uno que adquirir el medicamento y cuando vuelve a la consulta resulta que de nueva cuenta no se tiene en existencia”, sostuvo.
A su vez la Confederación de Trabajadores de México (CTM) en esta ciudad prevé que siga el déficit este año y aumente el gasto en salud de las familias, debido a la crisis sanitaria, la falta de insumos por las disrupciones en las cadenas globales de suministro y los rezagos en permisos de la Cofepris.
“La falta de medicamentos en el IMSS no es algo nuevo”, aseguró el dirigente local de la CTM Adalberto Villalobos Sáenz quien destacó el problema es que la falta de medicinas tiende a “normalizarse” en el Seguro Social provocando con ello que los afiliados tengan que adquirir el medicamento de manera particular.