Regresa violencia por enfrentamientos entre grupos antagónicos
De la Redacción/El Diario
lunes, 12 agosto 2019 | 10:53Chihuahua.- Un enfrentamiento entre grupos antagónicos del narcotráfico en Las Varas, Madera, dejó un saldo de seis muertos y un lesionado, durante la madrugada de ayer, reviviendo la ola de violencia desatada en la matanza de 15 personas en 2017.
Los hechos ocurrieron en el Panteón Municipal Seccional de la comunidad de Las Varas, donde se implementó un operativo policiaco para dar con el paradero de los probables responsables del ataque.
La Fiscalía General del Estado (FGE) informó que en la escena del crimen se encontró un vehículo incendiado y los cuerpos de dos hombres sin vida, uno de ellos calcinado. También se dio a conocer el hallazgo de dos armas de fuego largas y una corta que estaban quemadas. A unos metros del incidente se localizaron otros cuatro cuerpos sin vida.
Cuando integrantes del cártel de ‘La Línea’ hallaron la cabeza de José Luis Uribe, secuestrado días antes en la colonia Unión Proletaria en la ciudad de Chihuahua y escolta cercano al capo Carlos Arturo Quintana, alías ‘El 80’, la guerra intercartel oficialmente había iniciado.
La cabeza de Uribe la encontraron dentro de una hielera el 17 de marzo de 2017. Los presuntos asesinos fueron miembros de un grupo armado salido de ‘La Línea’, llamado Cártel de ‘El Tigre’, liderado por César Raúl Gamboa Sosa, alias ‘El Cabo’.
En la escena dejaron escrito un mensaje que anunciaba más enfrentamientos: “Aquí está tu escolta, nosotros no nos metemos con inocentes, MARRANO, aquí andamos, la próxima es la tuya”, (sic).
César Raúl Gamboa, ‘El Cabo’, quien controlaba la plaza en Cuauhtémoc, y Arturo Quintana, ‘El 80’, quien tenía bajo su poder los municipios de Gómez Farías, Namiquipa, Bachíniva y Rubio, entre otros, antes aliados ahora comenzaban a enfrentarse debido a sospechas de que Gamboa estaba colaborando desde hace tiempo con el Cártel Jalisco Nueva Generación, uno de los grupos del crimen organizado que más ha crecido en el país por violencia brutal y anexionamiento con miembros de carteles debilitados para operar el trasiego de drogas en otros estados.
Dos días después de la decapitación de Uribe, ‘El Cabo’ montó una fiesta en el rancho El Venado, cercano a la localidad de Ojo de la Yegua.
Como venganza por la muerte de su escolta, ‘El 80’ decidió elaborar un operativo para emboscar a su excompañero y matarlo.
El enfrentamiento se desató a las 3:30 y ocasionó una lluvia de balas que se extendió por tres horas a lo largo de varias comunidades. El resultado fueron ocho personas muertas tiradas a lo largo de la carretera.
Entre ellas yacía un cadáver que correspondía a la identidad de César Raúl Gamboa, ‘El Cabo’. Ante la guerra intercartel de grupos antagónicos de ‘La Línea’, la Fiscalía General del Estado (FGE) ya tenía bajo investigación a ambos colaboradores.
El 5 de octubre de 2016, sólo un día después de que Javier Corral rindió protesta como gobernador de Chihuahua, corrió el rumor de una presunta detención de ‘El Cabo’ y ‘El 80’, por parte de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (Seido) tras un supuesto operativo militar en la zona de Namiquipa, lugar de residencia de ‘El 80’.
Sin embargo el titular de la FGE, César Peniche, desmintió los hechos. El mismo gobernador afirmó que la información de dicha versión podría no haber sido verdadera.
En ese momento Corral aprovechó para reiterar la intención del Poder Ejecutivo Estatal en capturar exitósamente a ‘El 80’.
El 6 de julio de 2017, Jesús Luján Weckmann, uno de los líderes más importantes de ‘La Línea’ y quien comandaba el brazo armado de ‘Los Linces’, fue asesinado en Guadalajara, Jalisco.
Cuando Javier Corral aún era candidato a la gubernatura del estado, declaró en julio de 2016 que había recibido amenazas por parte de varios grupos criminales que operaban en la ciudad, pero que la amenaza que más le alarmó fue la de Weckmann, ya que “es muy protegido por la FGE, en especial por Pablo Ernesto Rocha Acosta, jefe de la Policía Estatal”.
Weckmann fue asesinado un día después de que el grupo de ‘Los Linces’ —que él mismo lideraba desde Jalisco— se enfrentó en la localidad de Las Varas, Madera, contra el brazo armado del Cártel de Sinaloa, la ‘Gente Nueva’, quienes actualmente operan en la zona occidente de Chihuahua.
El resultado de la batalla de cinco horas entre 60 sicarios dejó un saldo de 15 muertos, según cifras oficiales. Mientras la guerra seguía, el cártel de El Tigre, ya apartado de ‘La Línea’, tenía un nuevo líder. Conocido como Julio César Escárcega Aranda, conocido como ‘El 109’ o ‘El Tigre’ y ocupaba el control de un grupo delincuencial cuya estrategia pretendía lograr tomar el control de municipios fuera de la región de Cuauhtémoc y que le pertenecían al grupo comandado por Arturo Quintana, ‘El 80’. Sin embargo, el 3 de octubre de 2017, un convoy armado irrumpió en el municipio de Carichí, quemó casas y vehículos, mató a dos personas y secuestró a Cipriano Escárcega, alias ‘El Pano’, excomandante del departamento de Policía local y padre de César Escárcega, ‘El 109’.
Luego de haber sido ‘levantado’, el titular de la FGE de la Zona Occidente, Jesús Manuel Carrasco Chacón, ordenó la instalación de retenes para trabajar en una estrategia de seguridad en otros municipios colindantes como Cuauhtémoc y Carichí. Carrasco Chacón informó a medios que el secuestro del Cipriano Escárcega ocurrió debido a “actos que haya realizado o por el parentesco que tiene con el líder del cártel de ‘El Tigre’, Julio Escárcega”.
Días después, el 18 de octubre, diversos comandos que se desplazaron en aproximadamente 50 vehículos tomaron la ciudad de Gómez Farías, incendiaron más casas y más coches y mataron a cinco personas, entre ellas, dos policías.
De acuerdo con la FGE, en la zona se encontraron dos patrullas de Vialidad abandonadas, dañadas y grafiteadas con la leyenda “GN” (Gente Nueva). Los cárteles rivales, dijo la FGE, suelen adjudicar matanzas a sus contrarios mediante narcomantas o vestigios escritos para desviar la atención de las autoridades y desvincularlos de posibles delitos.
El duelo intercartel rebasó a los grupos del crimen organizado cuando en abril se desató otra narcoguerra entre miembros de La Línea y policías ministeriales.
La razón principal por la cual se sospechó de la participación de miembros de La Línea en los asesinatos de tres agentes de la Policía Estatal y de la Comisión Estatal de Seguridad (CES), fue por una narcomanta que las autoridades hallaron el 14 de abril de 2017, a las seis y media de la mañana, en el cruce con la avenida de La Cantera y el Periférico de la Juventud.
El mensaje señalaba a los mandos de la CES por brindar protección a Francisco Arvizú Márquez, alias ‘El Jaguar’, líder del cártel de Sinaloa en la zona occidente de Chihuahua.
Los asesinatos y atentados en contra de escoltas del fiscal César Peniche y del gobernador Javier Corral fueron atribuidos a ‘La Línea’.
De acuerdo con fuentes que hablaron con El Diario de Juárez, los ataques en contra de las autoridades fueron “patadas de ahogado por los operativos que estamos realizando en la Sierra”.
Tras una cronología de sangre, traiciones y escalas hacia el poder mercantil por el trasiego de drogas hacia Estado Unidos, Arturo Quintana, ‘El 80’, conocido así por ser el principal contribuidor en la construcción de obras públicas en los municipios de Bachíniva, Matachí, Namiquipa, Santa Ana, La Babícora, Ignacio Zaragoza y Buenaventura, sobre las cuales colocaba mantas con la leyenda: “Inversión: gobierno 20 por ciento, iniciativa privada 80 por ciento”, fue detenido por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Policía Federal, sin ayuda de las fuerzas estatales.
El secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete Prida, anunció su captura en Twitter, cuando afirmó haber detenido a quien se identificaba como “el principal generador de la violencia en Chihuahua”.
Ante medios de comunicación, Javier Corral comentó que la nula participación de la Policía Estatal se debió que la información personal de los miembros de la academia chihuahuense era vulnerable a ser infiltrada en los grupos criminales. En su declaración, el mandatario aseguró que durante año y medio los oficiales mantuvieron ‘a la raya’ a ‘El 80’.
Pero los enfrentamientos han continuado en otras regiones como en Cuauhtémoc, específicamente en la Colonia Álvaro Obregón, localidad mejor conocida como Rubio. Ahí, el 27 de febrero de este año, ‘La Línea’ y el cártel de ‘El Tigre’ desencadenaron una batalla que dejó a tres muertos y varios heridos.
Durante la refriega, la comandancia de la Policía Municipal fue atacada con balas y granadas, destruyendo patrullas de los agentes de seguridad pública.
Los criminales también incendiaron varios negocios de Rubio, dejando a varias personas inocentes sin trabajo de manera temporal.
El más reciente conflicto se registró la madrugada de ayer, cuando los dos mismos grupos del narcotráfico se enfrentaron en Las Varas, dejando un saldo de seis muertos aún no identificados y un adolescente de 17 años herido, de nombre Irving Alexis.
La refriega ocurrió en el Panteón Municipal Seccional de la comunidad, donde fue hallado un cuerpo calcinado así como vehículos y armas dañados por el fuego.