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Estados Unidos

Critican más de 500 funcionarios la política de Biden hacia Israel

Los signatarios de 40 dependencias enviaron una carta al presidente expresando su desacuerdo

The New York Times / Es la más reciente de varias cartas de protesta de funcionarios de todo el gobierno de Biden

The New York Times

martes, 14 noviembre 2023 | 22:00

Nueva York.- Más de 500 funcionarios por designación política y miembros del personal que representan a unos 40 organismos gubernamentales estadounidenses enviaron una carta al presidente Biden este martes en protesta por su apoyo a Israel en su guerra en Gaza. 

La carta, que forma parte de un creciente desacuerdo interno sobre el apoyo del gobierno a la guerra, pide al presidente que busque un alto al fuego inmediato en la Franja de Gaza y que presione a Israel para que permita la entrada de ayuda humanitaria en el territorio. Es la más reciente de varias cartas de protesta de funcionarios de todo el gobierno de Biden, incluidos tres memorandos internos dirigidos al secretario de Estado, Antony Blinken, firmados por decenas de empleados del Departamento de Estado, así como una carta abierta firmada por más de mil empleados de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por su sigla en inglés).

Los firmantes de la carta presentada este martes y de la que circula entre los empleados de USAID son anónimos, explica la carta de USAID, debido a la “preocupación por nuestra seguridad personal y el riesgo de perder potencialmente nuestros puestos de trabajo”. Los firmantes de los cables disidentes del Departamento de Estado están obligados a revelar sus nombres, pero esos cables no se han hecho públicos.

Aunque el gobierno de Biden ha comenzado recientemente a expresar su preocupación por el elevado número de bajas civiles palestinas, al tiempo que insta a Israel a mostrar moderación, esa incipiente crítica no parece satisfacer a muchos en el gobierno estadounidense.

La carta, que The New York Times revisó, comenzaba denunciando los atentados que Hamás llevó a cabo el 7 de octubre y, a continuación, instaba a Biden a detener el derramamiento de sangre provocado por la campaña militar de represalias de Israel en Gaza.

“Pedimos al presidente Biden que exija con urgencia un alto al fuego y que llame a la desescalada del conflicto actual garantizando la liberación inmediata de los rehenes israelíes y de los palestinos detenidos arbitrariamente; el restablecimiento del suministro de agua, combustible, electricidad y otros servicios básicos; y el paso de ayuda humanitaria adecuada a la Franja de Gaza”, afirma la carta.

Los organizadores siguieron recolectando firmas incluso después de entregarle la carta a Biden, y este martes por la tarde la carta tenía unos 100 nombres más que los 402 con los que se presentó de manera formal. Los organizadores de la carta aseguraron que tenían la intención de informar diariamente a la Casa Blanca del recuento actualizado de firmas.

Dos de los funcionarios por designación política que ayudaron a organizar la carta a Biden aseguraron que la mayoría de los firmantes son cargos políticos de diversas creencias que trabajan en todo el gobierno, desde el Consejo de Seguridad Nacional hasta el FBI y el Departamento de Justicia.

Algunos de los firmantes ayudaron a Biden a ser elegido en 2020 y dijeron en entrevistas que les preocupaba que el apoyo del gobierno a la guerra de Israel en Gaza contraviniera la postura de los votantes demócratas en este tema.

“La abrumadora mayoría de los estadounidenses apoyan un alto al fuego”, afirma la carta, que hace referencia a una encuesta de octubre según la cual el 66 por ciento de los estadounidenses, incluido el 80 por ciento de los demócratas, creen que Estados Unidos debe presionar a Israel para lograr un alto al fuego.

“Además, los estadounidenses no quieren que el ejército de Estados Unidos se vea arrastrado a otra guerra costosa y sin sentido en Medio Oriente”.

Israel lanzó el mes pasado una invasión terrestre en Gaza en respuesta a los sangrientos ataques de Hamás del 7 de octubre, en los que murieron unas mil 200 personas, según el gobierno israelí. Hasta la fecha, más de 11 mil palestinos han muerto en la ofensiva militar israelí, según el Ministerio de Salud de Gaza.

Biden y Blinken, al igual que los dirigentes israelíes, afirman que se oponen a un alto al fuego —una interrupción de los combates a largo plazo, por lo general acompañada de negociaciones políticas— pues consideran que no afectaría a Hamás y le permitiría reconstituirse para futuros ataques. En su lugar, han pedido “pausas”, breves interrupciones de los combates que pueden durar unas pocas horas, para permitir misiones humanitarias claramente definidas, como el suministro de ayuda a Gaza y la liberación de rehenes israelíes retenidos por Hamás. Las autoridades estadounidenses afirman que han hecho más que ningún otro país para garantizar que al menos parte de la ayuda llegue a Gaza. 

Las dos personas que ayudaron a organizar la carta a Biden dijeron que habían aceptado servir a su gobierno porque el presidente insistió en que quería un mandato más representativo de los votantes estadounidenses. Pero, dijeron, sus preocupaciones y las de otros políticos designados han sido en gran medida desestimadas.

Algunos funcionarios estadounidenses dijeron en privado que, aunque los altos mandos acogen con satisfacción los desacuerdos, los trabajadores del gobierno deben entender y aceptar que no siempre estarán de acuerdo con la política estadounidense. El desacuerdo sobre Gaza refleja una división generacional y procede sobre todo de empleados de entre 20 y 30 años, dijeron los funcionarios, aunque muchas personas mayores también han firmado documentos de desacuerdo, según personas que han recogido firmas.

Las cartas de protesta llegan tras una polémica reunión celebrada el 23 de octubre en el Eisenhower Executive Office Building, donde 70 funcionarios por designacion política musulmanes y árabes se reunieron con altos cargos del gobierno de Biden, entre ellos Jeffrey D. Zients, el jefe de gabinete, y Doug Emhoff, el marido de la vicepresidenta Kamala Harris.

La reunión comenzó con una pregunta general: ¿cuántos de los designados han recibido presiones de familiares o amigos para que renuncien a causa del apoyo del gobierno de Biden a Israel en el conflicto? Decenas de manos se alzaron, según uno de los asistentes y otro que fue informado de la reunión.

Altos funcionarios de la gestión de Biden abrieron el turno de preguntas y comentarios. Algunos asistentes lloraron mientras exigían que el gobierno pidiera un alto al fuego, frenara los envíos de armas al ejército israelí y dejara de hacer caso omiso de las bajas civiles palestinas en la Franja de Gaza.

Los memorandos del Departamento de Estado a Blinken fueron cables enviados internamente, a través de lo que se conoce como el canal de disensión. Este canal se creó durante la guerra de Vietnam para animar a los empleados del departamento a compartir sus desacuerdos con la política oficial. Según las normas del Departamento de Estado, los disidentes están protegidos de represalias.

El lunes, Blinken respondió a las discrepancias internas en un mensaje enviado por correo electrónico a los empleados del departamento. “Sé que para muchos de ustedes, el sufrimiento causado por esta crisis está teniendo un profundo costo personal”, escribió, añadiendo que era consciente de que “algunas personas en el departamento pueden estar en desacuerdo con los enfoques que estamos tomando o tienen puntos de vista sobre lo que podemos hacer mejor”.

Y añadió: “Estamos escuchando: lo que comparten está informando nuestra política y nuestros mensajes”.

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