The New York Times

martes, 15 marzo 2022 | 21:19

Washington.— La escalada en la crisis en Ucrania está cambiando drásticamente la política y el pensamiento político tanto de la izquierda como de la derecha en el Capitolio, representando una amenaza inmediata al orden global y al aumento en los precios de la energía, empoderando el centro político a expensas de los flancos de los dos partidos.

Cuando los legisladores se reúnan este miércoles para ver un discurso virtual del presidente Volodymyr Zelensky de Ucrania, republicanos y demócratas estarán confrontando un cambio en el ambiente, para bien o para mal.

“De cierta manera está uniendo al Congreso, algo que yo no había visto en los 12 años que he pasado allí”, comentó este martes el senador demócrata Chris Coons de Delaware, confidente del presidente Biden, acerca del consenso para apoyar a Ucrania.

“Esa unificación y compromiso no lo habíamos visto desde el ataque terrorista del 9 de septiembre”.

Eso ha significado un alejamiento de ambos partidos de las propuestas y mensajes políticos que mayormente emocionan a la base de simpatizantes.

En la izquierda, los demócratas están aceptando un mayor gasto militar y descartando una propuesta para retirar rápidamente los combustibles fósiles.

En la derecha, el aislacionismo y ataques contra la alianza del Trans-Atlántico de la Era Trump están siendo relegados en el Congreso.

Los planes para hacer que el hijo del presidente, Hunter Biden, y la corrupción ucraniana fueran colocados al frente y centro de una Cámara controlada por los republicanos, ahora parece algo improbable.

“Uno puede proponer algo que está al límite de la realidad, y eso está bien. Pero luego, uno ve lo que está pasando en Ucrania y es como un accidente automovilístico, una experiencia cercana a la muerte y eso lo despierta a uno a la realidad”, comentó el representante republicano Peter Meijer de Michigan.

Este miércoles, se espera que Zelensky reitere su petición de un complicado intercambio que podría enviar jets de combate MiG a Ucrania desde Polonia, y aviones de combate F-16 de manufactura estadounidense a Polonia.

Eso podría provocar acusaciones de algunos republicanos de que la administración Biden, que se ha opuesto a ese intercambio como una peligrosa escalada del conflicto sin ningún propósito militar real, es muy laxa con Rusia.