Al menos 50 menores que huyeron de la invasión rusa fueron separados de sus cuidadores al llegar a la frontera sur estadunidense
Excélsior
sábado, 30 abril 2022 | 06:52Los Ángeles.- Después de que Iryna Merezhko convenció a su hermana en Ucrania de que su pequeño sobrino debía irse con ella a Los Ángeles, California, hasta que la guerra terminara, ella recorrió medio planeta para ir por él.
"Le dije que iría de vacaciones a California”, recordó. “Íbamos a ir a Disneylandia, los Estudios Universal y la playa”.
El adolescente, Ivan Yereshov, de 14 años, logró llegar con ella a Tijuana, en México, a principios de mes, para unirse a los miles de ucranianos que esperan en la frontera que se les otorgue un permiso para entrar a Estados Unidos.
Merezhko llevaba un poder notarial que atestiguaba que la custodia de Ivan había sido entregada a su tía, pero un agente migratorio le informó que Ivan no podía entrar con su tía, porque no era su madre.
"Nos dijeron que nos separaríamos por uno o dos días”, dijo Merezhko, quien recordó que abrazó a Ivan cuando su entusiasmo inicial se convirtió en consternación.
Pasaron 10 días antes de que ella supiera su paradero. Sigue enviando documentos a agentes de Migración para poder reencontrarse con Ivan.
Decenas de niños ucranianos han sido separados de familiares, amigos o hermanos mayores con quienes viajaron a la frontera sur conforme a una ley concebida para evitar el tráfico de niños migrantes. La ley, en vigor desde 2008, exige a las autoridades fronterizas estadunidenses que coloquen a los “menores no acompañados” en refugios del gobierno, donde deben permanecer hasta que sus tutores hayan sido investigados y aprobados.
Los más afectados por la ley han sido los niños centroamericanos que a menudo huyen de la violencia de las pandillas, pero esos niños suelen conocer la política desde antes y saben que serán puestos bajo custodia temporal. En el caso de los ucranianos, la separación de sus cuidadores ha sido un giro inesperado en su huida de una zona de guerra.
Estas separaciones son diferentes a las de 2018, año en el cual el gobierno de Trump separó a los niños de sus padres con la intención de desalentar los cruces fronterizos.
"Imagínense: los padres de algunos de estos niños murieron o están en combate; están traumatizados por la guerra y el viaje”, explicó Erika Pinheiro, abogada de Al Otro Lado, un grupo de apoyo a migrantes que trabaja con solicitantes de asilo en Tijuana, una ciudad fronteriza que se encuentra frente a San Diego. “Luego los separan de la familia, no entienden por qué, y los envían a un refugio donde el personal no habla su idioma”.
Las autoridades estadunidenses no han dado a conocer cifras sobre cuántos niños ucranianos han sido separados de sus cuidadores, pero voluntarios que trabajan con los refugiados dijeron haber contado al menos 50.
El Departamento de Seguridad Nacional informó en un comunicado que la ley contra el tráfico de personas define a cualquier niño que no esté con un padre o tutor legal como “menor no acompañado” y exige que sea trasladado a un refugio del gobierno para su cuidado y custodia, y que sea evaluado para detectar signos de tráfico de personas.