The New York Times

martes, 05 septiembre 2023 | 09:37

Austin.- Con anuncios de televisión y mensajes de texto, correo directo y vallas publicitarias, los partidarios del asediado fiscal general de Texas, Ken Paxton, se han embarcado en una creciente campaña de presión política, respaldada por multimillonarios de extrema derecha, con el propósito de intentar influir en el resultado del próximo juicio político de Paxton.

Los objetivos de sus esfuerzos son limitados: los 19 miembros republicanos del Senado estatal que actuarán como jurados en el juicio, que comenzará hoy martes, y decidirán si las acusaciones de corrupción y abuso de poder son lo suficientemente graves como para justificar la destitución permanente y la exclusión del cargo de Paxton.

Pero el esfuerzo por salvar a Paxton, a quien muchos conservadores acérrimos consideran su abanderado legal, es también el último representante en la lucha más amplia sobre la dirección futura del partido, tanto en Texas como a nivel nacional.

Ha atraído a una variedad de figuras conservadoras de ambos lados, con Rick Perry, el exgobernador de Texas, y Karl Rove, el consultor político del expresidente George W. Bush, quienes apoyaron el proceso de impeachment, y Steve Bannon, el exasesor político de Trump, satirizándolo como una caza de brujas inspirada por los demócratas.

Hasta ahora, el fiscal general suspendido ha logrado sobrevivir políticamente bajo una acusación penal y el juicio político, en parte porque se ha convertido en un actor clave en el flanco derecho del movimiento legal conservador. Ha planteado desafíos agresivos a la administración Biden, particularmente por sus políticas de inmigración, y ha liderado coaliciones de estados republicanos contra programas de la era Obama como la Ley de Atención Médica Asequible y la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), que protege a muchos inmigrantes de la deportación si llegaron a los Estados Unidos cuando eran niños.

Obtuvo el respaldo de Trump en unas reñidas primarias el año pasado, después de demostrar su voluntad de impugnar los resultados de las elecciones de 2020 en los tribunales. Un luchador partidista franco se dirigió a la multitud en un mitin a favor de Trump el 6 de enero de 2021, que precedió a una insurrección en el Capitolio.

Sin embargo, esas credenciales conservadoras pueden no ser suficientes para ayudar a Paxton a sobrevivir a lo que promete ser la prueba más importante que haya enfrentado. Aunque los republicanos tienen una clara mayoría en la Legislatura de Texas, los miembros más estridentemente partidistas no siempre dominan.

En mayo, una mayoría de republicanos en la Cámara se unió a los demócratas para acusar a Paxton, preocupados por su conducta en el cargo y su esfuerzo por obtener 3.3 millones de dólares en fondos estatales para resolver una demanda presentada en su contra por algunos de sus principales asesores, quienes se convirtieron en denunciantes.

Un comité de acción política bien financiado, Defend Texas Liberty, ha comenzado a apuntar a algunos miembros republicanos de la Cámara de Representantes de Texas que votaron a favor de destituir a Paxton.

Stickland, exmiembro de la Cámara de Representantes de Texas, prometió que el grupo gastaría “una tonelada épica de dinero” antes del juicio político. “Y si se oponen a eso, entonces cada uno de estos vagabundos será expulsado”, señaló.

El grupo ya ha comenzado a perseguir a los legisladores republicanos a quienes perciben como insuficientemente conservadores.

“Glenn Rogers se unió a 61 demócratas para acusar a Ken Paxton”, decía un cartel, en referencia a un representante del oeste de Fort Worth que había sido el objetivo de los republicanos de extrema derecha en las últimas primarias.

Por una votación de 121 a 23 a finales de mayo, la Cámara envió 20 artículos de acusación al Senado para su juicio. Como resultado de la votación, Paxton fue suspendido de su cargo en espera del juicio. Los artículos del caso incluyen acusaciones de que el fiscal utilizó su cargo para beneficiar a un donante y promotor inmobiliario de Austin, Nate Paul, y que Paul ayudó a ocultar la relación extramatrimonial de Paxton y pagó las renovaciones de una de las casas del fiscal general.

Este mes, los encargados del impeachment de la Cámara de Representantes publicaron miles de páginas de pruebas.