Valentín Hierro/El Diario

sábado, 20 junio 2020 | 15:35

Con 18 años de servicio en el Departamento de Bomberos, el “apagafuegos” Pedro Manuel Alire García ha visto caer a sus compañeros en siniestros e incluso a familias cercanas, pero ni eso lo ha hecho dejar la profesión, ni siquiera lo ha pensado. 

“Sabemos que arriesgamos la vida en cada jornada, pero siempre el objetivo es regresar a casa”, comenta el bombero, padre de dos hijos, Valentina y Kevin, de 10 y 18 años de edad, además de que espera al tercero para octubre. 

Pedro Manuel, reción designado Bombero del Mes, está consciente de que su profesión es de tiempo completo, pero también dedica tiempo a sus hijos para guiarlos por el camino del bien y sobre todo fomentádoles valores. 

Su carrera como “apagafuego” inició el 1 de enero del 2003, cuando apenas contaba con 19 años, edad a la que ingresó a la academia, así que casi acumula dos décadas haciendo lo que le gusta, pero también poniendo en riesgo su vida. 

“En ningún momento he dejado de pensar en mis hijos, pues tengo muy en claro que son mi responsabilidad”, dice. Al terminar la jornada y saber que su vida está en riesgo en cada turno, lo primero que hace es llegar con sus seres queridos y agradecer por otro día más de vida. 

En octubre volverá a ser padre por tercera vez, hecho que lo pone feliz. “Al igual que a mis otros hijos lo educaré con valores, le enseñaré el buen camino ya que sólo quiero ser un ejemplo a seguir para ellos”, asegura. 

Contrario a lo que él hizo de su vida y a lo que otros padres esperan en sus familias, el prefiere que sus hijos se dediquen a otra profesión, pues no le gustaría que fueran bomberos, ya que no soportaría verlos arriesgando su vida.

 Con una gran experiencia de bombero y tantas anécdotas, Alire menciona que en ocasiones llega a tener miedo, pues en dos ocasiones ha vivido sucesos que lo han dejado marcado. 

La primera de ella recuerda que fue cuando se registró un voraz incendio que terminó con la vida de dos compañeros, mismos que dejaron a sus hijos, hecho que lo marcó y lo hizo reflexionar sobre el juramento de los bomberos: “no te conozco, pero daría mi vida por salvar la tuya”. 

La segunda fue la tragedia del Aero Show 2013 donde lamentablemente murieron varias personas y fue un día muy doloroso para él como ser humano, pues de las víctimas fallecidas un menor era amigo de su hijo, quien lo acompañaba en la banda de guerra de la escuela. 

En hechos como esos, Alire cuenta que a veces prefiere no comentarles a sus hijos ni a su familia, para no agrandarles la incertidumbre y los temores con los que deben vivir por tener un papá bombero, así que por lo general se los guarda, siente que es su responsabilidad como padre llevar esa carga a cuestas para proteger a los suyos. 

Con orgullo comenta que sus hijos y su familia son lo más bonito y lo más grande que le ha pasado en vida, por lo cual lucha día a día para ser un mejor padre y se siente muy contento por el nacimiento de su nuevo hijo al cuál espera ansiosamente. 

A su padre el señor Pedro Alire le da las gracias por todo el cariño, amor y enseñanzas que le brindó al trabajar honradamente dándole el ejemplo para sacar adelante a su familia