De la Redacción/El Diario

domingo, 28 junio 2020 | 21:11

Chihuahua.- Marimba Chihuahua, es el nombre de tres músicos urbanos, que decidieron salir a las calles para alegrar el difícil panorama que enfrentan los ciudadanos, ante una crisis de salud y económica. 

Óscar Zavala, integrante y representante del pequeño grupo, dijo que a tres meses de no tocar en calles ni eventos, este martes decidieron recorrer varias colonias al sur de la ciudad, primero, para compartir a los chihuahuenses "el poder de la música en el alma", y en segundo lugar, para buscar algo de dinero, pues es su forma de subsistir. 

Don Óscar aprendió música desde adolescente, y aunque la marimba es característica del sur del país, él y dos músicos más, han dado muestra de que en Chihuahua también hay talento para este singular instrumento, cuyas notas son particularmente brillantes. 

Marimba Chihuahua, tiene más de diez años alegrando el corazón de los chihuahuenses, pero tuvieron que "poner freno" cuando se anunció la contingencia sanitaria por el Covid-19.

El músico relató que al inicio de la pandemia no creyeron que se tratara de algo tan serio. "La verdad no sabíamos lo grave de esto, y yo creo a muchos nos pasó lo mismo", dijo. 

Lo cierto, es que cuando intentaron continuar en las calles, se les informó que no podían hacerlo por la cuarentena. 

"Le hicimos la lucha al principio, pero cada vez había menos gente en las calles, y nosotros mismos decidimos hacer la cuarentena, cosa que fue difícil", dijo. 

Gracias a algunos ahorros de los integrantes del trío, pudieron subsistir más de diez semanas, pero los músicos aceptan que ha sido la temporada más difícil que han pasado en cuestión económica. Sin embargo, nunca perdieron la fe en que pronto volverían a salir, "estuvo largo el descanso, pero tuvimos que apretarnos el cinturón y ahora primero Dios empezamos desde cero", afirmó Oscar. 

Ayer, los intengrantes de Marimba Chihuahua regresaron a trabajar, y al ritmo del Mariachi Loco, Sergio el Bailador, entre otras rítmicas piezas, los músicos montaron un pequeño espectáculo en cada esquina, con lo que lograron que las personas salieran de sus casas a disfrutar del sonido de la marimba y por supuesto, darles algo de dinero. 

"Para todos ha sido muy difícil, pero no debemos perder la alegría por la vida y la música, porque a nosotros tocar nos llena el alma, y esperamos transmitirlo a la gente".