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Mónica y su café al borde de la quiebra por rigidez de gobierno

Penden de un hilo ingresos de cuatro familias

César Lozano/El Diario

César Lozano/El Diario

domingo, 22 noviembre 2020 | 12:21

Chihuahua. - Mónica, emprendedora originaria de Urique, nunca imaginó que su futuro económico fuera tan incierto luego de invertir todos los ahorros de su esposo y el dinero de su herencia en un café del paseo Simón Bolívar; las excesivas restricciones del Gobierno del Estado ante la pandemia, ahorcan su negocio, al igual que a la mayoría de los comerciantes y prestadores de servicios de la zona.

Estando en su pueblo tuvo el sueño de trasladarse a la capital del estado para brindarle mejores oportunidades a sus tres hijos y trabajar junto con su esposo, y para materializarlo, vendió un hato de ganado bovino que le heredó su padre, dinero que utilizó para la renta de un local en la planta baja de la Clínica Chihuahua, casi en la esquina de Simón Bolívar e Independencia.

Luego de dos años de empuje, dedicación y de ir ganando clientela, el negocio comenzó a dar los frutos esperados, pero el 2020 ha sido todo un reto, pues tuvo que adaptarse a ofrecer su café y alimento en medio de la crisis sanitaria y poco a poco fue resintiendo los efectos de la crisis económica.

Desde marzo comenzó a ajustarse a las rígidas disposiciones sanitarias, pero no mermó su ánimo, porque se define como una mujer acostumbrada al trabajo rudo del campo y a ganar el sustento con el sudor de la frente.

Mónica, comenta que los vaivenes en los semáforos epidemiológicos le afectan demasiado en sus ventas, a tal grado que la obligan a recortar los horarios y alternar los días de trabajo con las tres personas que la ayudan, todas mujeres.

En cuatro hogares han tenido que apretar los cinturones, pues como patrona ha tenido que sostener el pago de la renta, los servicios y el pago de nómina, aunque no sabe cuánto tiempo resistirá. La expectativa y la falta de apoyo gubernamental son fantasmas que rondan a diario por la calle por donde hasta hace poco pasaba la clientela.

Pese a que han atendido las restricciones de aforo, el uso de cubrebocas del personal y la exigencia a los comensales, así como tener dispuesto gel antibacterial y tapete desinfectante, el regreso al semáforo rojo y las medidas extraordinarias han puesto al borde de la quiebra el negocio.

La propietaria de la cafetería solo pide que le permitan abrir, aunque sea con el aforo del 25 0 30 por ciento, ya que en las circunstancias actuales, con el servicio de “solo para llevar”, las ventas cayeron al 30 por ciento.

“Apenas si cubro los pagos esenciales y batallo mucho para completar la nómina, queremos que nos dejen trabajar porque nosotros no somos fuente de contagios, acatamos todas las disposiciones del gobierno; que se enfoquen dónde están los brotes, no es justo que paguemos justos por pecadores”, enfatizó.

En fechas recientes, la CANACO Chihuahua informó que durante el año 680 negocios asociados han cerrado de manera definitiva por causa de pandemia, con pérdidas de hasta 900 millones de pesos

“Ojalá que el gobierno reconsidere y nos permita abrir lo que resta del año. No nos vamos a recuperar del todo, pero al menos tenemos la posibilidad de seguir subsistiendo y conservar estas 4 fuentes de empleos”, concluyó.