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Mujeres: Dos mundos separados por un muro

Afuera, activistas quebraban los vidrios del edificio… adentro mujeres trabajadoras buscaban esconderse atemorizadas

Gabriel Ávila/El Diario
El Diario
Gabriel Ávila/El Diario
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Efrén Guzmán de la Rosa/El Diario

jueves, 09 marzo 2023 | 15:02

Chihuahua, Chih.- Dos mundos separados por un muro. Afuera, una marcha por los derechos de las mujeres en las que iban niños, adultos mayores y mascotas.

Adentro, un grupo de mujeres trabajando, como lo han hecho desde hace 10, 15, 20 o 30 años. Publicistas, secretarias, contadoras y de administración.

Un estruendo sacudió el edificio de repente, - parecía un disparo -, dijo una de las empleadas desde dentro. Después otro y otro.

El temor se empezó a apoderar de ellas. En sus lugares de trabajo, ubicados junto al muro exterior, empezaron a escuchar los estallidos. Luego vidrios quebrados y entonces llegó el miedo.

Del otro lado del muro, en el exterior, alrededor de 20 mujeres jóvenes peleaban enardecidas contra las lonas colocadas en el exterior para proteger el edificio.

A la vez que las jalaban, lanzaban objetos contra la construcción y quebraban los vidrios que alcanzaban con martillos y piedras.

Adentro, el miedo se apoderó de las mujeres que estaban trabajando, y con el temor de recibir una bomba molotov, empezaron a buscar un refugio caminando entre los vidrios rotos que cayeron de las ventanas.

Empezaron a recorrer el camino en busca del segundo y tercer piso, algunas, las más jóvenes, apoyaron a las mayores mientras subían escalón por escalón. Otros se quedaron en las escaleras que daban a las ventanas para ver el enojo con que las “activistas” se desquitaban contra las ventanas y las paredes del edificio.

Los estruendos continuaban, uno tras otro. El temor de los empleados seguía. Casi al mismo tiempo, llegaron cuatro o cinco de las manifestantes hasta la puerta principal y martillo en mano, quebraron todos los vidrios a su alcance.

Afuera, los destrozos continuaban en nombre de “los derechos de la mujer”. Adentro, una de las trabajadoras preguntó: “¿y por qué no las detienen?, ahí está la policía”. Nadie le contestó preocupadas por su propia seguridad.

Luego de 20 minutos dramáticos que duró el ataque, las agresoras se retiraron convencidas de su causa “por las mujeres”; no supieron el terror que desataron en el interior del edificio. Adentro, las mujeres trabajadoras vieron cómo sus agresoras tras dañar el frente del edificio se pasaban a destruir la puerta principal, embozadas y con cachucha; tampoco pudieron identificarlas. Dos mundos separados por una barda en la conmemoración del Día de la Mujer.

¿Y por qué no las detienen?, ahí está la policía”.

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