Almer Soto / Colaborador

miércoles, 30 noviembre 2022 | 23:35

Qatar.- El triunfo 2-1 sobre Arabia Saudita fue un mar de emociones al caer la noche en Lusail, con una luz de esperanza entre los aficionados que de nueva cuenta atiborraron las calles en Doha en apoyo a su selección.

Los llamativos trajes charros que han causado revuelo en el país árabe, así como las tradicional vestimenta que caracteriza al fanático mexicano fueron blancos de fotos por parte de los asistentes al recinto que hoy registró una entrada de 84 mil 985 espectadores.

Una vez iniciado el duelo ambas aficiones comenzaron con la batalla en las gradas entre cánticos que por momentos superaba al fiel público del Tri.

En los primeros 45 minutos se mantuvo el cero en ambas porterías, mientras al combinado azteca sólo le restaba un tiempo para gestar la hazaña.

Henry Martin adelantó a México al comienzo de la parte complementaria otorgando el esperado grito de gol que tanto se esperaba en la afición y que había permanecido ahogado en los recientes cuatro cotejos mundialistas.

El segundo tanto brindó la esperanza con una obra de Luis Chavéz en su disparo superando la barrera y la estirada del guardameta árabe provocando la euforia en Lusail.

La hazaña por clasificar an octavos tuvo otro golpe cuando los aficionados gritaron el segundo tanto argentino ante Polonia en duelo disputado al mismo tiempo, brindando luz al final del túnel después de un torneo complicado para los verdes.

Al pasar los minutos México continuaba generando en ataque, agregado par de goles anulados por fuera de lugar que previamente fueron celebrados con devoción. 

Parecía que el tan anhelado tanto llegaría en cualquier momento, en lo sin duda hubiera generado la locura en Estadio Lusail. 

Sin embargo, la falta de contundencia y el gol tardío de Arabia Saudita acabó con el júbilo transformando los rostros de alegría en tristeza, con el público mexicano atónito tras la eliminación en fase de grupos por primera ocasión desde 1978.

Los cánticos se sofocaron, cabizbajos poco a poco fueron abandonando Lusail con una inusual salida del estadio fría y sin emociones.

El trago amargo en Qatar dejó otra herida en al fanático mexicano, que aún sigue esperando esa alegría por trascender en el deporte más popular del país.

Se luchó , se intentó, se entregaron en la cancha, la incondicional afición estuvo siempre presente a más de 14 mil kilómetros del país, no obstante otra decepción más se gestó en los Mundiales para México… otra noche triste en el balompié del país