Juan Carlos Núñez/El Diario

Jóvenes artistas urbanos aprovechan días de vacaciones del ciclo escolar para hacer sus malabares en cruceros del Centro de la ciudad para tener algún ingreso, ahora que el semáforo de la contingencia sanitaria del Covid-19 está en naranja y se ha incrementado la afluencia de vehículos. 

Antes de iniciar la cuarentena y especialmente en temporada vacacional, era muy común ver a diversos jóvenes con actos públicos tipo circenses en diferentes calles, pero con la pandemia prácticamente se dejaron de ver. 

Este tipo de artistas suelen ser visitantes de otras ciudades o algunos jóvenes capitalinos que buscan ganar dinero con sus habilidades y lo que la gente quiera darles de propina, al ser el malabarismo uno de los show se más popularidad. 

También para ellos, es una lucha constante porque las autoridades de Gobernación tanto Estatal y Municipal no permiten a los artistas trabajar cerca de las zonas del Centro, razón por la que en ocasiones se pueden ver en cruceros al Norte y Sur de la ciudad, pero siempre se busca el primer cuadro para hacer ver sus dotes histriónicas. 

Poco a poco los artistas urbanos, así como músicos en los camiones vuelven a aparecer con la llamada nueva normalidad, ya que muchos son de recursos limitados y esta es una forma de sacar el sustento ya sea para ellos o para sus familias.