Desde hace dos años, Blanca Estela Mendoza se dedica junto a otro vecino al cuidado del parque
De la Redacción
miércoles, 27 mayo 2020 | 19:47Los periquitos monje que ya forman parte de la biodiversidad de los parques y áreas verdes de esta ciudad, dada su expansión, cuentan en la colonia Santo Niño con una protectora.
Se trata de Blanca Estela Mendoza, quien sin recibir ningún tipo de retribución económica desde hace dos años se dedica junto a otro vecino al cuidado del parque que lleva el mismo nombre de la colonia y donde, explicó, es constante el asedio a estas aves por personas que les colocan trampas para llevárselos y comercializaros, lo que ella misma ha impedido, pues para ella la libertad de estos animales es muy importante.
"Yo y otra persona, "El Profe", lo hacemos por tratar de conservar el parque, hemos trasplantado árboles y los cuidamos, los regamos, también lo mantenemos limpio.
Algo especial en este parque es que está lleno de periquitos, a eso de las siete de la mañana los árboles casi se arrastran de donde se ponen en los mismos árboles. Sus nidos los hacen en las palmeras, aquí, en la primaria y en el jardín de niños José María Montesori", detalló.
Actualmente explicó que desde que se pensionó de su trabajo dedica su día a esta labor, y ha también procurado la seguridad de las cientos de aves. "Hay personas que quieren atraparlos y llevárselos.
Ponen jaulas como de plástico y con un palo o martillo la detienen y con un cordón las jalan, luego de que les ponen comida y cuando entran los atrapan. La última vez vino un matrimonio con un chavalito de 12 años.
Yo estaba dando la vuelta y vi la caja, entonces empecé a jalar el cordón que tenía y se levantó un señor muy enojado. Le dije que levanté la caja porque cayó un periquito y una paloma.
Me dijo: ¿serán tuyos?, yo le contesté que no, pero que somos los encargados de cuidar los periquitos", recordó. Para ella no es justo que las personas atrapen a estas aves para comercializarlas o encerrarlas, ya que han sido varias las personas.
Dijo que ni siquiera son de los pericos que hablan, pero la gente se los quiere llevar igual. Lamentablemente, dijo, hay personas que también los matan. "Hemos encontrado periquitos tirados, al parecer les tiran piedras", por lo que los cuidan constantemente.
Además de esta labor que ayuda a la fauna, Blanca también riega los árboles sin recibir ningún tipo de retribución y esto sólo porque considera que los parques son una parte esencial para la urbe, debido a que los considera un pulmón de la ciudad y un hogar para este tipo de fauna.
Por lo anterior la mujer envió un mensaje a la sociedad para que tengan consciencia de la importancia de la vegetación y la fauna, así como los espacios verdes que son pocos en las ciudades.
"Yo invito a la comunidad a que no destruyan el parque, sino que los cuiden, si ven basura la tiren en sus lugares. Aquí hay un niño que con su papá viene a ayudarnos a recoger la basura. Como él hay que tratar de conservar nuestras áreas verdes por los niños que están y los que vienen", finalizó.