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jueves, 21 febrero 2019 | 01:29

-El súper delegado no lo declara todo

-Puras promesas en transporte semimasivo

-Cabada se deja querer por ‘El Bronco’

Ella es un estuche de monerías. Es la adquisición que ayuda a la Fiscalía a tratar de mejorar su imagen y transmitir información diariamente acerca de los hechos criminales en que tiene intervención.

Es la conductora estrella de un noticiario auspiciado por César Peniche, el jefazo del área. Quién sabe si Marijose Valles Medina estará enterada al respecto.

Valles es la celebrada nueva Coordinadora de Comunicación Social del Gobierno del Estado, quien llegó al relevo tras ser detectado un sonado acto de corrupción cometido por su antecesor, que aun es investigado por la Secretaría de la Función Pública.

Se llama Liza Morales. Por su perfil nos dimos cuenta de que es modelo, fitness, conductora y tiene un reality show que se llama El Reto, en donde los concursantes participan y permanecen mediante voto en las redes sociales.

El principal promotor de Liza y su cápsula policiaca, es el mismo Peniche. Todos los días lo sube a su red social.

No se equivoquen, estimados lectores, no es Puntualizando. Tomamos algunas fotos atrevidas del perfil de la conductora que publicamos en nuestra edición digital. Carlos Huerta, el vocero de la Fiscalía General, nomás camina de lado para evitar el atropellamiento. Peor todavía, prefiere cerrar los ojos cuando ella pasa para evitar malas interpretaciones aunque todo sea tan público como lo descrito.

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La escandalera de una transparencia a modo, con la exhibida de la Secretaria de Gobernación Olga Sánchez, y el Secretario de Comunicaciones, Javier Jiménez Espriú, no acaba ahí.

Tema muy delicado y sensible, pero no podemos menos que atender un llamado de los malpensados que nos dicen que el súper delegado Juan Carlos Loera de la Rosa también tiene sus pecadillos.

No al extremo de los señores secretarios -hasta donde sabemos-, pero de que también canta rancheras y muy bien, eso ni que negarlo.

¿Propiedades en el extranjero? No lo sabemos aún, porque la transparencia no es transparencia. No hay domicilio, ni ciudad ni país en los bienes inmuebles reportados en la página de la Secretaría de la Función Pública Federal.

Pero sí hay varias propiedades, con un valor total de casi siete millones de pesos. Una de ellas vale 4 millones y otra dos milloncitos.

Pero algo mejor, unos dolaritos muy bien guardados. La friolera de 205 mil 423 dólares, algo así como 3 millones 900 mil pesos, constantes y sonantes en instituciones bancarias ¿del país o del extranjero?

Sabíamos que le iba bien y que le gusta vivir bien. Hoy lo comprobamos.

Con esa fortuna esperaríamos que sus vehículos correspondieran al nivel de inversión y bienes inmuebles, pero no. Reporta un Jetta 2010, un Pontiac 2011 y una troca 2003.

Todo ello fruto de su trabajo como empresario en Juárez y El Paso, Texas. Ojalá esas inversiones estén en nuestro país para ser congruentes con el súper nacionalismo de la 4T.

Por lo pronto vemos nacer una nueva casta Fifí bajo la sombra de la Cuarta Transformación. Una casta que no tiene conflictos de interés que declarar.

Así es. El capítulo correspondiente a ese rubro en la declaración patrimonial está desierto.

Surgen mil preguntas. ¿Seguirá al frente de sus negocios?. ¿Los vendió?. Porque hasta el momento reporta muy buenos ingresos en su actividad privada.

Gana 150 mil pesos mensuales en sus negocios a control remoto y 90 mil en su función como servidor público, que se supone agota sus esfuerzos diarios. 240 mil pesos mensuales, sueldo que ni Obama ni López Obrador tienen.

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Las promesas de mejorar el servicio de transporte semi masivo quedaron solo en eso. Los responsables del área están hechos pelotas.

No han podido mejorar la ruta troncal y siguen pensando en los macroproyectos de las líneas 2 y 3, la del Periférico de la Juventud y la otra de la 20 de Noviembre.

Piensan que el presidente López Obrador les habrá de autorizar la millonada para que liciten y construyan a modo. ¡¡Ajá!!

Mientras eso ocurre, la molestia es para las decenas de miles de chihuahuenses que se transportan en la troncal y en las alimentadoras.

El drama es de todos los días en decenas de estaciones de las alimentadoras, donde los ciudadanos deben esperar a la intemperie para tomar su transporte.

Nuestra foto en versión digital de GPS es la parada que se localiza en Juan Escutia y Universidad. Afortunadamente los ciudadanos dan muestra de civilidad y se comportan a la altura. Formados en fila india esperan pacientes haber a que hora llega el vetusto camión, sin aire acondicionado ni calefacción, que habrá de llevarlos a sus trabajos u hogares.

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No lo iba a pensar dos veces. Armando Cabada, el alcalde juarense, ni tardo ni perezoso se dejó querer en Monterrey, Nuevo León.

Con El Bronco gobernador nuevoleonés no tiene problema alguno. Jaime Rodríguez lo placeó en cuanta reunión oficial hubo e incluso lo llevó ante el mismo presidente.

Estuvo en reuniones de seguridad, compartió el modelo juarense en la mesa con el mandatario neolonés, y hasta en el estadio de beisbol, en la inauguración del Salón de la Fama se dejó ver. De ahí es la imagen donde bromea con López Obrador.

Sabe Cabada que los recursos económicos no llegan solos. Que hay que ir por ellos, tocar puertas y tener presencia.

La gira del presidente por el norte del país era la oportunidad, más cuando el Bronco era el anfitrión. Mejor no podía ser.

Más aún cuando la entidad queda en un hoyo negro en lo que tiene que ver con las relaciones públicas con la Cuarta Transformación.

No podemos hacer otra cosa que coincidir en una especie de cerco que se tiende sobre Chihuahua, por la actitud rijosa y subida de tono.

Sin empacho El Bronco se sumó al gobernador de Coahuila, Baja California y Durango, subidos al ring del lado presidencial por la Guardia Nacional, asunto polarizado que tendrá solución en las próximas horas.

Presidencia ya tiene los seis o siete votos que le faltaban para la reforma constitucional. Lo demostró con el agravamiento de penas en delitos de corrupción y fraude electoral.