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jueves, 28 febrero 2019 | 00:49-Un consejo anticorrupción desmoronado
-Flaco favor del registro civil el Tribunal
-Suavecito pero desplazan a los Maurilios de Canaco
Una escandalera es la que se vive en Cuauhtémoc por el doble homicidio que hizo cimbrar la política de seguridad pública a nivel estatal.
La radio echó lumbre durante todo el día con cobertura del terrible y lamentable suceso, donde un joven profesionista de la medicina, metido a jefe policiaco, fue abatido, junto con su escolta. El Gobernador Corral y su Fiscal Peniche estaban advertidos de las amenazas; no movieron un dedo para impedir que se concretaran. Tampoco el morenista Juan Carlos Loera como jefe del gobierno federal en Chihuahua.
Efrén Peñaflores, el denominado director administrativo de la policía era en realidad el jefe del cuerpo policiaco municipal, que siempre fue perseguido de manera implacable por la Fiscalía.
Hay muchos tópicos graves en torno al suceso, pero el más delicado tiene que ver con la lista muchas veces difundida de las amenazas.
Dicen las malas lenguas que de los 14 sobre los cuales pende ultimátum, cinco están difuntos en estos momentos. Hay otros elementos amenazados sin la más mínima seguridad por parte del estado o de la federación.
Por ello es más grave la inactividad estatal, que no se arregla con una declaración acerca del retiro de los agentes estatales si la sociedad lo pide, argumento con el cual salió el señor gobernador.
Muerto el niño a tapar el pozo. Carlos Tena, el presidente municipal, ha sido reiterativo contra la centralización de la seguridad por parte del Estado.
Porque el asunto es de fondo. No se trata sólo de sacar a los estatales sobre los cuales pesa la denuncia por connivencia con el crimen, sino de que le regresen a Cuauhtémoc su dignidad y capacidad autónoma para ejercer la seguridad pública municipal.
Hoy el gobernador y sus funcionarios se indignan por las manifestaciones verbales de morenistas, pero allá en Cuauhtémoc hay llanto y dolor por los homicidios, dos más, que dejan en el desamparo viudas e hijos, y mucha consternación en la comunidad.
Tema aparte el asunto precisamente de Juan Carlos Loera, Martín Chaparro y el mismo Carlos Tena. Sólo pertenecen al mismo bando político por nomenclatura. En la realidad, el súper delegado la juega perversamente con el jefe del Ejecutivo estatal.
Es inevitable no pensar lo anterior, luego de leer y releer hasta el cansancio su patético mensaje en redes sociales. Por ello, Tena se negó a recibirle la llamada. Es una auténtica mentada de diez de mayo.
“Mi más sentido pésame a los familiares y seres queridos…”, así empieza y termina. Habla de vidas arrancadas, investigaciones, coordinación, pero no hay más. El mensaje en imagen repetido en nuestra edición digital.
El punto álgido de la demanda necesaria de justicia lo puso el líder del Partido, Martín Chaparro. Lo de Loera fue más de lo mismo, como si no hubiera tocado punto sensible el artero crimen.
Se olvidó el asunto de Blas Godínez, padre e hijo, uno desaparecido y el otro, convaleciente aún por atentado en su consultorio, recién para protestar como alcalde en Gómez Farías electo bajo las siglas de Morena.
¿Qué punto del entramado no comprende el representante en Chihuahua del presidente Andrés Manuel López Obrador?
¿No merece acaso el asunto solicitar a la autónoma Fiscalía General la atracción inmediata de la investigación por parte de la federación, como lo permite el Código de Procedimientos Penales Federal?
¿Qué espera Juan Carlos al respecto?.
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Era cuestión de tiempo para que el mal denominado Consejo Ciudadano Anticorrupción terminara por deshojarse.
Una mala copia del instrumento nacional anticorrupción construido por Peña Nieto para blindarse fue también el mecanismo estatal.
Jorge Enríque Tamez, el flamante presidente de dicho organismo, terminó por concluir su periodo de un año como integrante.
Fue mucho el descaro de su nombramiento y permanencia. Era un militante del Partido Acción Nacional, designado por tal motivo para cubrir las espaldas administrativas del nuevo amanecer.
No hay manera de explicar ética y moralmente dicho nombramiento. Jurídicamente no hay problema, el sistema anticorrupción en Chihuahua permite, aunque usted no lo crea, tal acontecimiento sin rubor alguno.
Pero eso no es todo. Ha sido tal el manejo discrecional y a modo de este sistema, que se intentó por todas las formas justificar una pifia más, el discurso discriminatorio de otro consejero, que terminó renunciando.
Así es. El asunto de Enrique Tamez no fue el único. El otro fue el de Joaquín Treviño, también de color azul, a quien se le fueron las cabras al monte durante su sincero discurso frente al comité de selección.
Hoy, tanto Tamez como Treviño son historia. Ojalá sirvan de lección, ante una convocatoria recién emitida.
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Flaco favor hace el Registro Civil al Tribunal Superior de Justicia. A medias funciona la oficina localizada en la flamante ciudad judicial.
Los ciudadanos que van a realizar un trámite se topan con la novedad antediluviana de que no hay terminal para cobro con tarjeta.
Son cientos los trámites que se efectúan todos los días en dicha oficina. Es una gran ayuda para las personas y litigantes que deben realizar alguna inscripción de acto jurídico. Eso ni quien lo niegue.
Pero la verdad de las cosas es que la mayoría de las veces no hay efectivo para realizar el pago. Y si a eso se le agrega que al interior del flamante edificio sólo hay un cajero de una institución bancaria el problema se multiplica.
“Caja, sólo efectivo”, dice el cartel que decora la ventanilla, cuya imagen mostramos en nuestra edición digital.
Pudiendo hacer las cosas bien, el Registro Civil hace las cosas a medias, como haciendo un favor a los ciudadanos que tratan de ahorrarse pasos y pesos en trámites que de por si son dolorosos y tortuosos, ante la indolencia de la autoridad.
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Javier Cota Arizmendi, tesorero y fundador de Plaza Galerías, resultó ungido la noche del martes para suceder a Carlos Fierro Portillo en la Cámara Nacional de Comercio (Canaco), en un acuerdo que finalmente salió por unanimidad de los consejeros y empresarios que conforman el sector.
En la rayita se quedó Rosy Ontiveros, la apuesta del grupo de Maurilio Ochoa, exdirigente de la cámara que había dominado los últimos doce años en la Canaco, con el propio exdiputado federal a la cabeza, con Ramiro Arroyos, Lalo Ramírez Balderrama y el actual presidente, Carlos Fierro.
Hacía mucho que no salía dirigente en un proceso que lograra la unidad de los que lideran el comercio organizado en la capital del estado.
El propio Fierro fue el resultado de una pugna brutal que proyectó a la cámara como un ente lleno de rijosos en la pelea por el poder, en vez de una institución sólida en la que se pelea por los intereses del gremio, más allá de las pasiones políticas o del interés grupal.
Cota Arizmendi, también exdirigente nacional de los agremiados a fruticultura, mostró dotes también de buen negociador y de tener un colmillo largo y retorcido, producto de décadas en la política del sector público y el privado, así que amarró su postulación sin oposición, una vez vencidas ciertas resistencias.
El protocolo sigue y se espera en dos semanas, para el 15 de marzo, su designación oficial.