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lunes, 25 febrero 2019 | 01:00-Eugenio y la pifia en cartelera
-Viene seguro abucheo para jefe de Palacio
-Ombudsman impulsa sucesor
Muy generoso resultó el subsecretario de Gobierno, Luis Fernando Mesta Soulé, pues cuando fue presidente de la Comisión de Grupos Vulnerables en San Lázaro, regaló relojitos de 8 mil 500 pesos a todos los integrantes de este organismo... aunque no lo hizo con dinero propio sino, obvio, de la Cámara de Diputados.
Mesta Soulé es desde el 14 de septiembre de 2018 subsecretario de Gobierno, posiblemente como preparación para sustituir a don Sergio César Alejandro Jáuregui Robles como secretario general, quien prácticamente desde que llegó al gabinete de Javier Corral ha querido irse.
Pero vayamos al punto. El señor subsecretario, previamente, fue diputado federal del 14 de septiembre de 2016 al 31 de agosto de 2018, como suplente de Gustavo Madero Muñoz, exjefe del gabinete estatal y ahora senador de la República. Como diputado federal suplente también asumió su responsabilidad como presidente de la Comisión de Atención a Grupos Vulnerables. Pues bien, hace unos días, el 14 de febrero de este año para ser precisos, la Contraloría Interna de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión requirió a Mesta Soulé que aclarase observaciones de malos manejos administrativos durante su gestión como presidente de la comisión que recibió. Entre las faltas diversas, algunas sin importancia, se detectó que en diciembre de 2016, Mesta Soulé gastó 270 mil pesillos del presupuesto, para la compra de treinta y dos relojes de pulsera para todos los diputados integrantes de la comisión. Seguramente esa generosidad con dinero ajeno debe haber tenido muy buenos resultados para la Comisión de Grupos Vulnerables, de la que nadie conoce algún avance o gran logro en la pasada legislatura.
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Es imposible soltar el tema de las estancias infantiles, más cuando hay múltiples reacciones y acciones, incluso de la clase política cómodamente instalada en la reserva nacional de talentos.
Usted recuerda al presidente municipal interino, Eugenio Baeza Fares, que se enganchó en mil negocios con la administración de Duarte, y terminó empleitado.
Es más, no pudo siquiera cerrar el periodo de su interinato, porque Javier Garfio se regresó a la silla de alcalde una vez que se le negó la candidatura a gobernador.
Pues Baeza había permanecido en la sombra. Su libro fue apenas un destello de aparición a fines del año pasado, porque inmediatamente se refugió en su empresa.
Ahora de nuevo hace noticia. En la salida a Cuauhtémoc aparece un espectacular donde anuncia una guardería gratis para madres trabajadoras.
Dice, con letras rojas, y mayúsculas “guardería, servicio gratuito”. Se trata de una obra de la Fundación Grupo Bafar, en la cual “anuncia la apertura de una nueva guardería en el interior del parque tecnológico Bafar, marzo 2019”.
Pone a disposición de la población un número celular 6142468838, para que pidan informes, pero adelanta que la guardería tendrá un horario de 6 de la mañana a 18 horas, tres horas más que las estancias infantiles.
Dos cosas llaman la atención del amable lector que nos hizo llegar la imagen, que publicamos en nuestra edición digital. Primero que en la parte superior aparece el logotipo del Instituto Mexicano del Seguro Social.
Lo cual genera muchas dudas, acerca de si se trata de un servicio exclusivo para madres y padres derechohabientes del IMSS, con lo cual se acota el beneficio para la población afectada por las estancias infantiles.
Y la segunda gran duda es el esquema de funcionamiento. Una guardería sirve para guardar niños. Y en el caso de las estancias infantiles, hasta donde se han brindado mil explicaciones, el concepto es de brindar atención integral en aspectos educativos, convivencia social, incluso cuidado y seguimiento de vacunas.
Por ello, tal vez Eugenio Baeza no está siendo bien asesorado, o bien la cartelera es una pifia normal por las prisas de hacer el anuncio.
Sea como sea, el proyecto aparece en medio de una crisis nacional de cuidado y atención de los niños con motivo del cierre del programa por parte del Gobierno federal, donde antes ya había levantado la mano el ayuntamiento de Chihuahua con la entrega de apoyos económicos para las estancias infantiles.
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No podemos menos que tocar el punto. Ya lo habíamos advertido a mitad de semana, cuando hicimos al clarividente. La visita de Andrés Manuel, como preveíamos, se trasladó para un día distinto al segundo informe del gobernador Javier Corral.
La nueva fecha se confirmó en la conferencia de prensa encabezada por Juan Carlos Loera, el super delegado federal, el viernes a media tarde, hora muy incomoda para los colegas periodistas, pero que igual ahí estuvieron al pendiente.
La razón de fondo en el cambio de fecha era precisamente esa: evitar el momento incómodo del presidente en Chihuahua, pero sin ánimos de asistir al evento faraónico corralista.
Por ello se realizará la visita el sábado, será en el Ángel y será de pisa y corre, porque a las cinco de la tarde tiene que estar en Hermosillo, Sonora.
El anfitrión del evento lo será el presidente y no el gobernador, cuestión de protocolo importante. A su lado, la subsecretaria de bienestar Ariadna Montiel, la ejecutora de la eliminación del programa de estancias y operadora de aquela célebre señor de las ligas, René Bejarano.
Por las vísperas, debe el gobernador ir pensando en el abuchómetro, porque el sábado se repitió tunda por parte de chairos asistentes al evento conmemorativo del Día de la Bandera, en contra del gobernador Carlos Manuel Joaquín González, en Chetumal, Quintana Roo.
Mínimo debe pensar en algún operativo tipo Duarte en las festividades de independencia, con acarreados que equilibren las cosas, porque a su similar quintanarroense le fue como en feria. De pena ajena la de gritos y trompetillas para el pan-perredista.
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De que lo ha placeado, lo ha placeado. La intentona tiene que hacerse, aún y cuando carezca de cualquier posibilidad.
Nos referimos a José Luis González Armendáriz, el ombudsman estatal, que el Día del Ejército comisionó como representante de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) al secretario del órgano autónomo, José Alarcón, quien ni tardo ni perezoso subió las imágenes de su representación en la red social.
“El día de hoy tuve la oportunidad de representar a la CEDH en el evento de celebración de los 106 años de servicio, compromiso y lealtad del Ejército Mexicano con nuestro país”, fue el mensaje.
Alarcón es gente incondicional de José Luis González. Es su mejor apuesta para sucederlo en el cargo, ahora que salga la convocatoria de renovación por parte del Congreso.
Pero ahí esta precisamente la cuestión. Será el Congreso quien tome la decisión, y ahí los dados están cargados por el PAN y por Morena. Y ya hay varios tiradores.
Con un agregado. Nos dicen que ronda en la cabecita la posibilidad de levantar la mano de una de las legisladoras corralistas, una que tiene un toque de izquierda, apoyadora de las cuestiones de género.
Así es, se habla de la diputada Blanca Gámez como un caballo negro que pocos habían visualizado hacia el ansiado cargo. Son cinco años, con posibilidad de reelección. Es mucha la tentación, si se piensa que Armendáriz, pese a los múltiples detractores que tiene, se ha sostenido hábilmente once años en el cargo. Un ombudsman que ha sido cómodo para tres gobernadores.