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GPS/ Columna
sábado, 16 marzo 2019 | 00:54-Industriales al mando del CCE
-Sube el termómetro en pelea por Canaco
-Lamentablemente mintió Encinas en Chihuahua
Descrita por Corral como una de las piezas claves en la lucha anticorrupción, Stefany Olmos dejó ayer las filas del Gobierno del Estado en medio de lágrimas y la clásica frase de un retiro por “proyectos personales impostergables”.
Cierto es que la hasta ayer Secretaria de la Función Pública gozaba de una buena imagen y percepción ciudadana, pero quienes habitan en Palacio confirman que la salida se veía venir producto de deferencias internas en el manejo de los llamados expedientes X, y otras investigaciones rezagadas en materia de auditoría; rezagos por supuesto no adjudicables a ella sino a los sabotajes propios de la materia en Palacio.
También se argumentan problemas de actitud y hasta enfrentamientos con otras figuras como el siniestrillo José “Pepe” Luévano y Roberto “Beto” Fuentes, dos militantes de antaño y funcionarios cercanos a Corral, con quienes sostuvo marcadas diferencias.
Lo cierto es que la salida de Stefany Olmos deja una silla vacante que las mujeres que gobiernan al lado de Javier Corral, no contemplan perder. Preparan la batalla junto a las aliadas que tienen ocupando curules en el Congreso.
Prueba de ese poderío es la llegada de Yazmín Alanís Reza, como encargada interina del despacho. La joven cuenta con la anuencia de la Consejera de la Judicatura, Luz Estela Castro y de la directora del Instituto Chihuahuense de la Mujer, Emma Saldaña, con quienes a lo largo de su formación profesional ha estrechado lazos.
Yazmín Alanís, fue impuesta para no dejar las piezas sueltas en el tablero, pero la jugada se torna ahora interesante con el anuncio de que será el Congreso del Estado – aunque por Ley no le corresponda – quien realice el nombramiento definitivo de quien habrá de suplir a Olmos.
Es una oportunidad para las fracciones de oposición, no para nombrar sino para negociar, porque sin duda quedará quien se señale desde Palacio de Gobierno. Empero el frente de mujeres hará todo lo que esté a su alcance para que sea una fémina afín quien se designe para el cargo.
La batalla en el Poder Legislativo la conducirá Blanquita Gámez, en cuyas manos quedará evitar que se siga vapuleando la ya de por sí menoscabada paridad de género dentro del gabinete del Estado.
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Del lado empresarial tampoco se suelta la cuerda. La designación de Francisco Santini Ramos como presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), significa que los industriales continúan tras el mando que Claudia Manríquez Gardea dejó la noche del jueves con la famosa restructuración que al interior del organismo se hizo para evitar que el cargo rotara entre Canaco, Coparmex y Canacintra.
Todavía más, los “canacintros” permanecerán ya no los seis meses que antiguamente duraba un presidente en el CCE sino dos años y con opción a reelegirse conforme los cambios que se hicieron en los estatutos.
Por si lo anterior significara poco, esta ala empresarial – en la que se agrupan unas 20 cámaras y organismos empresariales – operará a partir de ahora sin la presencia de la Canaco cuya tendencia política proclive al tricolor constituía una piedrita en el zapato en la buena relación entre la iniciativa privada y el gobierno del estado.
Santini, quien fue presidente de Canacintra del 2013 al 2015 durante el gobierno de César Duarte, ahora recorrerá al frente del CCE los dos últimos años de la administración del nuevo amanecer, y aunque el empresario jamás se ha decantado de manera abierta por Acción Nacional por sus venas corre una mayor empatía albiazul.
Así que se prevé un Consejo Coordinador Empresarial que caminará tranquilo y de la mano del gobernador salvo que suceda algún hecho extraordinario, o Corral vuelva a manifestar su desprecio por los liderazgos del sector privado, como lo hizo al principio de su administración, cuando se negaba a recibirlos.
Confiemos que la nueva mancuerna arroje beneficios palpables al estado y se impulse el crecimiento del desarrollo económico, que constituye una asignatura pendiente en el régimen corralista.
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Mientras, los movimientos en Canacintra no cesan. Claudia Manríquez deja – además del CCE – la presidencia de la cámara de los industriales.
Los motivos, una licencia de por lo menos cuatro meses para atender asuntos personales. Su lugar será ocupado por Antonio Valadez, a partir del primero de abril.
Dentro de la Canaco, que se salió del Consejo por considerar que las reformas de los estatutos los dejan fuera de una oportunidad real de contender por la presidencia del CCE, las habas todavía no acaban de cocerse.
Los empresarios Edibray Gómez y Javier Cota jalan los hilos necesarios para la renovación de la presidencia que tendrá lugar el 26 de marzo. El proceso se batió en las manos del actual dirigente Carlos Fierro, y los grupos impulsados por famosos empresarios y políticos como Maurilio Ochoa o Patricio Martínez asoman la cabeza. Canaco es el bastión del PRI por excelencia y el último rescoldo tricolor ahora que los comerciantes han quedado fuera del CEE.
Tan agitada está la grilla empresarial que comentan que Javier Cota solicitó mediante una misiva – aún por resolverse – la intervención del Instituto Estatal de Elecciones para que se garantice la transparencia en el proceso.
Inédita la lumbre en los pasillos de Canaco.
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La organización, -por parte del Estado-, de la visita del subsecretario de Gobernación Federal, Alejandro Encinas dejó ayer mucho qué desear.
Se anunció como un encuentro con derechohumanistas para abordar temas relativos a la protección de ese sector y también de periodistas, pero se dejó de lado - indudablemente por lo incómodos que le resultan al gobernador - la invitación a comunicadores y al presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, José Luis Armendáriz.
Por el contrario, entre los invitados estuvieron el barzonista, Gabino Gómez, quien cuenta con el cariño del mandatario tras organizar la llamada Caravana por la Dignidad, y el cura “Pato” Ávila, personaje que fue propuesto por el mismo Corral para ocupar un espacio en la Comisión de Protección a Víctimas del Estado, a pesar de las expresiones en contra de su nombramiento por tratarse de un clérigo.
De tal forma que el encuentro fue sólo una lluvia de flores en la que Encinas afirmó – justo en el mes en el que se cumplen dos años del asesinato de la periodista Miroslava Breach - que Chihuahua hace un “trabajo excelente” en la aplicación de los mecanismos de seguridad tanto para quienes promueven la protección de los derechos humanos como para los trabajadores de los medios. Toda una mentira.
En el evento nadie preguntó por Armendáriz; no lo invitaron y ni falta les hizo. Para el gobierno del estado, simplemente ya no existe.
Sus días están contados, los caballos que llevan al jinete que habrá de sucederle ya están en la pista de carreras, y la relación entre Corral y el presidente saliente de la CEDH está más rota que nunca, por eso el góber ni la molestia se tomó de asistir al informe que presentó el ombudsman.
José Luis Armendáriz se desgastó con el paso de los años en el cargo, con el tiempo fue cayendo en la sumisión, la tibieza y dejará su función sin haber enviado ni una sola recomendación a los gobernadores con los que políticamente cohabitó.
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Pareciera que el universo político se confabulara para hacer desaparecer de la memoria el nombre del exgobernador César Duarte.
El pasado miércoles en Cuauhtémoc, el pleno de regidores aprobó por mayoría el cambio de denominación de una colonia que desde el 2010 ostentaba el nombre del padre del exmandatario, a Chano Duarte, que a partir de ahora deberá ser conocida como Colonia Moisés Caraveo Castillo.
Ese mismo día, pero en el Periódico Oficial del Estado se publicó el acuerdo número 088/2019 por el que valida el cambio de nomenclatura a la Colonia Parral Vive, para quedar con el nombre de Colonia Federico Ferro Gay, promovido por el cabildo de la capital del mundo.
Un par de semanas antes, el primero de marzo, también el gobernador Javier Corral evitó mencionar a lo largo de su discurso el nombre del exmandatario.
Los propositivos aseguran que borrar esos vestigios son augurios de que los apoyos llegarán a esas colonias en donde el gobierno no entraba porque se revolvía el estómago y que el gobernador dejará de pensar en su antecesor para ocuparse de otras prioridades en lo que resta de su gobierno. Pero no ocurrirá, Corral no es de los que prometen y cumplen.