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Serafín Peralta Martínez
sábado, 13 abril 2019 | 20:56Después de que Patricio Martínez García durante su administración municipal como alcalde en el periodo 1992 a 1995, introdujera un novedoso sistema de alumbrado público con cableado subterráneo en zona céntrica de la ciudad capital de Chihuahua, no ha habido otro proyecto parecido en su tamaño ni en su monto de inversión.
Desde entonces han pasado varias administraciones y prácticamente para todas las autoridades municipales, ha pasado desapercibido el problema del mal funcionamiento y de la mala calidad en el servicio del alumbrado público, que dentro de su responsabilidad está a cargo de la autoridad municipal.
Casi 20 años después, el Municipio de Chihuahua tendrá un proyecto de alumbrado público que cubrirá prácticamente el 100 por ciento de las luminarias con las que actualmente se presta el servicio en la ciudad y en las comunidades rurales pertenecientes al municipio.
A decir de la alcaldesa María Eugenia Campos Galván, se tienen los estudios y proyectos que avalan la posibilidad de llevar a cabo un mega proyecto de alumbrado público que vendrá a solucionar grandes problemas que enfrentan a diario las familias chihuahuenses, pues es común observar que una gran cantidad de lámparas permanecen apagadas por las noches en diferentes áreas o vialidades de la ciudad, lo que genera la inseguridad y el temor de los ciudadanos al circular por esas vialidades oscuras.
El alumbrado público de la ciudad de Chihuahua y sus comunidades, se constituye de 81,585 luminarias instaladas, de Vapor de Sodio de Alta Presión (VSAP), tecnología que se comenzó a usar desde hace más de 40 años; y desde hace más de 30 años, no se ha sustituido ese tipo de lámparas por otras que generen un menor consumo y un mayor ahorro de energía, además de que más del 52% no cumplen con la Norma Oficial Mexicana y al menos 7 de cada 100 presentan fallas o están apagadas.
Esta situación del mal funcionamiento del alumbrado público, o porque las lámparas son muy viejas y están descompuestas, o porque el sistema de cableado y de los postes ya están muy deteriorados, o porque el tipo de lámparas no alumbra o aluza lo suficiente.
Esta problemática genera muchas inconformidades en la población, por los reportes que se presentan a diario por parte de la ciudadanía en general, y por otro, porque ello repercute en un alto costo de operación y mantenimiento.
Estos factores combinados con altos consumos de luz por ser lámparas con tecnología muy atrasada, inciden en el pago por montos de facturación muy altos de energía eléctrica, ya que el sistema de alumbrado público y equipos con que cuentan diversas colonias y localidades rurales, son lámparas de vapor de sodio viejas y descontinuadas, que generan elevados gastos en su mantenimiento.
Llama la atención que para compensar esta situación de mantener un sistema de alumbrado público deficiente y con altos consumos de energía eléctrica por el tipo de lámparas de Vapor de Sodio prevalecientes, la actual administración municipal de la alcaldesa Maru Campos, ha estado dando a conocer un nuevo proyecto con el que pretenden cambiar totalmente al viejo alumbrado público por uno nuevo, llamado “Reconversión del Sistema de Alumbrado Público del Municipio de Chihuahua”.
Este proyecto contempla sustituir 81,585 luminarias de Vapor de Sodio de Alta Presión que actualmente están instaladas en toda la mancha urbana de la ciudad de Chihuahua, así como sustituir 1,600 también de Vapor de Sodio, por lámparas LED, que son es una tecnología moderna, con capacidad de alumbrar o aluzar una mayor área o perímetro y permitirán generar mayores ahorros en los consumos de energía eléctrica.
Sin duda el proyecto es interesante, se piensa que la inversión requerida, de aproximadamente 1,200 millones de pesos, puede venir de un inversionista privado mediante la adjudicación de una Concesión del Servicio del Alumbrado Público Municipal a largo plazo (que podría ser de 15 a 20 años). Por su parte, el Ayuntamiento Municipal de Chihuahua no comprometería sus finanzas públicas, puesto que como fuente de pago se contemplan los recursos que actualmente la autoridad municipal capta por el Derecho de Alumbrado Público que cada usuario paga en su recibo de luz eléctrica.
No queda más que esperar si el Cabildo avalará la figura de la Concesión, porque hasta ahorita no hay otra opción más barata y ni Banobras, que podría ser la opción más viable, cuenta con un programa de financiamiento que sea más atractivo al que el municipio ya tiene estudiado.
Lo único que podría agregar, es que todo el proceso de adjudicación sea transparente y que no vaya a mediar, en su asignación, las clásicas mochadas y vicios de corrupción característicos de estos proyectos de gran tamaño y de cuantiosas inversiones.
*Economista y doctor en materia fiscal