PUBLICIDAD
“Nuestra casa se está quemando; la tierra se derrite; huelga escolar por el clima”, llamado de estudiantes europeos
Gabriel Valencia Juárez
viernes, 08 marzo 2019 | 01:20Diversos problemas azotan a las comunidades indígenas de la Sierra Tarahumara de Chihuahua, destacando la deforestación de los bosques: “tumban pinos, táscaste y encinos como si fuera zacate”, situación añeja denunciada que está ocasionando el calentamiento y cambios climáticos en la Sierra Madre Tierra, aunado a la pésima educación indígena por maestros acusados de irresponsables faltistas, de abuso y hostigamiento sexual, mismos que son autorizados por la SEP-DGI-SEECH y protegidos por el SNTE 8 como “maestros bilingües” que no hablan rarámuri, destruyendo la cultura ancestral indígena y la ecología en la Sierra. Vivimos en la “aldea global” en destrucción e ignorancia.
El tema sobre la ecología y el calentamiento es una “bomba de tiempo” que ya lo sentimos por la alteración –o escalamiento- del medio ambiente. Un peligro presente y que a futuro será peor si no se hace algo. En varios países europeos ya es una alerta roja, como lo reporta la revista Proceso No. 2208 del 24 de febrero titulado: CUNDE LA “EPIDEMIA” QUE QUIERE SALVAR AL PLANETA”, y es muy interesante por son los niños de primaria y jóvenes de secundaria quienes están movilizándose con “gran escándalo”. “Estamos aquí y somos ruidosos porque ustedes están robando nuestro futuro”, “¡Atención la tierra se derrite!”, “Protejamos el medio ambiente”, “¡No quiero vivir en Marte!”, gritos y pancartas frente a los Parlamentos o Cámaras de Diputados.
“Nuestra civilización está siendo sacrificada para que unos pocos tengan la oportunidad de seguir haciendo grandes cantidades de dinero. Nuestra biosfera está siendo sacrificada para que la gente rica en países como el mío –Alemania- pueda vivir con lujo. Es el sufrimiento de muchos el que paga los lujos de pocos”. “Si las soluciones dentro del sistema son tan difíciles de encontrar, quizás debamos cambiar entonces el sistema. Ustedes se han quedado sin excusas y nos estamos quedando sin tiempo. Hemos venido aquí para que sepan que el cambio está llegando, les guste o no. El poder real pertenece al pueblo”, señaló imperturbable una estudiante noruega Greta Thunberg, quien inicio las huelgas escolares frente al Parlamento noruego y luego se extendió a toda Europa como epidemia.
Todos son alumnos de quinto año de la primaria pública Neues Tor (Puerta Nueva). Tienen entre 10 y 11 años y no van a un museo o a alguna clase extramuros. Con el permiso de sus padres estos niños se van “de pinta” y acuden al llamado juvenil que por estos días vibra a toda Europa: huelga escolar para proteger el clima. Son jóvenes que literalmente quieren salvar el mundo. Es viernes 15 y en el Invalidenpark de esta ciudad Berlín ya hay más de 600 estudiantes de primaria, secundaria, preparatoria y universidad. También hay madres jóvenes con sus bebés. Poco a poco van llegando más y más personas en varios países europeos y Estados Unidos aunque el racista y fascista Donald Trump no reconozca los Acuerdos de París. “El histórico Acuerdo de París ofrece una oportunidad para que los países fortalezcan la respuesta a la amenaza del cambio climático al mantener el aumento de la temperatura mundial por debajo de 2 ºC”. El Acuerdo entró en vigor el 4 de noviembre de 2016”. Algo igual se debe hacer en Wachochi, Chihuahua y México. Introducir la materia de Conciencia Ecológica en las escuelas de todos los niveles, además ética, civismo y filosofía.
“¡Estamos aquí y somos ruidosos porque ustedes están robando nuestro futuro!”, que se ha convertido en la consiga de los jóvenes alemanes y europeos. Se suman a las consignas y orgullosos levantan los carteles que durante sus ratos libres prepararon la semana previa: “¡Atención: la tierra se derrite!”, “Protejamos el medio ambiente”, “¡No quiero vivir en Marte!”. “Estamos aquí para protestar porque queremos un mundo mejor y para ello se tiene que proteger el clima”, asegura convencida Carlota, de 10 años, una de las niñas que han comenzado a darse cuenta de cómo hemos sido engañados”, apunta Proceso.
FALTA DE CONCIENCIA ECOLÓGICA, MALA EDUCACIÓN INDÍGENA EN LA SIERRA
Durante años se ha denunciado la pésima educación indígena en la Sierra Tarahumara que imparten algunos maestros que son contratados como “maestros bilingües” que no hablan rarámuri por los SEECH, SEP y DGI, avalados y protegidos por el sindicato “charro”, sección 8 del SNTE, y lo más grave, que no asisten a clases y algunos acusados de delito por “abuso u hostigamiento sexual” como “RGV”, denuncia hecha por la maestra bilingüe Esperanza Gardea Espino, docente que ha sido reprimida, discriminada y denigrada por autoridades por denunciar la corrupción en el magisterio.
Lo más triste y cruel que manifestó la maestra oriunda de Norogachi, es que salen algunos alumnos de sexto grado y no saben leer ni escribir y así los pasan los maestros faltistas hasta un mes, protegidos por las autoridades de la SEP-SEECH-DGI-SNTE. A los alumnos los regresan de la secundaria, además de que varias escuelas están en pésimas condiciones: sin vidrios, canchas, pizarrones, bancas y sobre todo falta de maestr@s.
Muchos niños abandonan la escuela porque no asisten l@s maestgr@s como el profesor Fredy Manuel Chávez Bejarano “comisionado como director” que tiene a su cargo 4to, 5to, y sexto grado y faltado hasta un mes. Está en la escuela albergue de Buenavista de San Carlos de la zona 21 de El Vergel, Balleza, cuyo supervisor es Jorge Amezquita y la jefa de zona es Nubia Yanet Molina, cuya jefatura está en Turuachi, Municipio de Guadalupe y Calvo.
En esa escuela-albergue deberían estar tres maestr@s, pero faltan dos, entre ellos Fredy Chávez Bejarano. La maestra María Esperanza Gardea atiende a los alumnos de 1ro, 2do. y tercer grado de primaria, aproximadamente 30 y cuando falta el maestro de marras, atiene en un solo salón a los alumnos de 4to, a 6to, grado “hechos bolas”. El gobernador indígena del ejido de San Carlos y anexas, Sixto Silva y el comisario de policía rural de San Carlos, Balleza, Eliseo Silva S. enviaron junto con las firmas de los Padres de Familia, un documento a las autoridades educativas el pasado 6 de agosto de 2018, y no han solucionado el problema hasta la fecha.
Por si fuera poco, los supervisores y jefes de zona viven en Wachochi, y nunca van a las comunidades indígenas hacer su trabajo por lo que no se enteran de primera mano de los problemas, además de que nunca informan nada de los apoyos a las escuelas, a los maestros ni a los padres de familia ya que “los consideran indígenas ignorantes”, asumiendo una postura racista y discriminatoria, subrayó la docente denunciante. Ojala que el próximo 12 de marzo en la reunión del INPI en Wachochi se tomen cartas y solucionen esta denuncia, como sucede en otras escuelas-albergues de ese nivel. (Sobre el tema de la “tumbadera de pinos como si fuera zacate” hasta el momento van Facebook: Me Gusta: 631; Comentarios: 166 y Compartimientos 7 mil 356. Hora: 06:03 p.m. 7/03/19). Seguiremos informando.
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD