Opinion

De María la del Barrio a Yalitza

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Nicolás Juárez Caraveo

domingo, 03 marzo 2019 | 01:47

Antes era el nombre de "María", hoy nombres de lenguas indígenas o extranjerizantes, pero sigue siendo la misma intención, "estereotipar" a la mujer mexicana, y esta reflexión no se hace en critica a Yalitza, no, sino a la forma en que intelectuales, cineastas, políticos y gente común ha pretendido ver en ella la figura actual de nuestras mujeres.

Aunque su servidor prefiere en este espacio hacer análisis de comunicación política, de temas sociopolíticos y económicos; valga este contraste luego de observar lo sucedido en los últimos días en el fragor de la nominación de la actriz Yalitza Aparicio a los premios Oscar en su última edición, y desde luego inspirado en la conversación de varios amigos en las redes sociales.

Tal pareciera que los mexicanos, y en especial las mexicanas necesitaran un modelo a seguir, una "idealista" bajo la cual dirigir sus aspiraciones sociales, porque en ello se enfocan muchos a crear estos estereotipos que dicho sea de paso al menos han creado éxitos para sus bolsillos.

En esa discusión de la incursión de Yalitza en el cine no puede dejarse de comparar con otras producciones en los medios de comunicación, como es el caso de la saga, hoy hasta se pudiera producir una serie que tanto gusta a la gente de las "Marías": María Mercedes, María la del Barrio y Marimar, tres producciones de Televisa con Thalía como protagonista.

Y la comparación no es si una es mejor actriz que otra, porque seguramente la ganaría la nominada al Oscar 2019, sino en la forma en cómo la sociedad se envuelve en temas que no son la vida, no es como viven nuestras mujeres, esas que día a día buscan mejores espacios para desarrollarse.

En la crítica a las producciones de Televisa, a lo lejos se puede observar como la televisora creó un deseo de una vida feliz, con argumentos simplistas, utilizando la lucha de clases y hasta explotando el racismo todo se puede lograr, ser exitosos, casarse, tener mucho dinero y ser felices para siempre.

En su momento María Mercedes escenificó durante muchos meses a la Cenicienta mexicana, donde la joven con vestimenta humilde y harapienta luchaba todos los días para salir de su condición, desde vendiendo billetes de lotería y limpiando hasta los vidrios de los carros, claro, mostrando su lado sexi que la sacó de esa pobreza.

Y lo mismo pasó con María la del Barrio y Marimar, las protagonistas pasaron de una vida humilde a la gran vida con riquezas y amor, y estas telenovelas no sólo marcaron la forma de ser de muchas mujeres de nuestro país, sino que se exportaron a varios países sobre todo latinoamericanos y claro que Thalía logró su sueño, hoy vive en la abundancia al casarse con un multimillonario.

Hoy la historia de Yalitza se asemeja a esas historias ficticias, de ser una maestra de escuela a una gran actriz, sin ser peyorativo de salir de un pueblo a convertirse en una sensación en México y sus fotografías han aparecido en las portadas de reconocidas revistas de moda como Vanity Fair y Vogue México y luciendo diseños de Prada, Gucci, Louis Vuitton y otras firmas de moda.

El error que se comete es tratar a esta gran mujer como un nuevo estereotipo, de lo diverso y lo plural del país, que muchos casi lo comparan como la reivindicación histórica de la mujer indígena frente a los cánones de belleza que rigen nuestra sociedad.

Desde luego que las redes sociales han dado de todo, desde quienes la defienden a ultranza y hasta la discusión de las diferencias raciales y sociales.

Ahora no es María la del Barrio, es "Roma" donde Yalitiza Aparicio interpreta la historia de Cleo, una empleada doméstica que mantiene a flote a una familia de clase media en el Distrito Federal, que muchos críticos del cine señalan que el film fue hecho sólo para agradar al jurado de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas o Academy of Motion Picture Arts and Sciences.

Claro que la película no podía transmitirse en la televisión abierta, esa que ya casi nadie ve, sino en la plataforma Netflix, menos en las salas cinematográficas porque nadie va al cine a ver producciones mexicanas.

Sobre la calidad o no de la película ya los expertos y los no tanto hablaron hasta el cansancio, aquí el análisis se centra en el papel de la mujer.

Este debiera ser el punto real de la discusión, ¿es hoy Yalitza el prototipo de la mujer mexicana?... en mi punto de vista desde luego que no.

La mujer de nuestros tiempos goza de la mayor apertura y libertad inimaginable, en ocasiones sobrepasa al libertinaje, de eso no se pueden quejar, aquí lo importante es cómo utilizan esa libertad.

Puedo constatar cómo muchas han logrado los mayores éxitos profesionales, puestos importantes en la política y el sector económico... pero también como muchas de ellas, la gran mayoría, han formado hogares contra todas las adversidades.

Somos testigos del éxito que tienen las mujeres en la educación, el deporte y cualquier tipo de trabajo o actividad que se propongan, pero lo importante es que nunca olviden su condición de mujer, relevante y trascendente en el desarrollo de nuestra sociedad.

Ese es el estereotipo de la mujer mexicana, con fuertes valores morales y éticos que le dan un rumbo fijo en su actuar, y un coraje sin límite que la lleva a tratar de buscar un Oscar, pero también sacar adelante a su familia.

Un saludo a Daniel Commesse, Jorge Escárcega, Jesús Carreon, quienes inspiraron el comentario de esta semana.