“El Día Internacional de la Mujer se distorsiona, algunas autoridades, representantes populares y quienes se dedican a los negocios aprovechan esta fecha para convertirla en festejo o celebración”.
Teporaca Romero del Hierro
domingo, 10 marzo 2019 | 02:47La violencia y la desigualdad de género siguen propagándose en la mayoría de los hogares, producto de la cultura patriarcal o machista, de hombres y mujeres que como padres de familia insisten en educar a sus hijos bajo patrones generacionales sexistas, de discriminación y estereotipos anticuados, siguen emulándose tal y como educaron a nuestros padres, abuelos y bisabuelos; para la mayoría el tema de la crianza con perspectiva de género es motivo de burla. La cultura machista fomenta y solapa feminicidios, acosos, agresiones sexuales, maltratos físicos, psicológicos, económicos, laborales, institucionales y políticos, desigualdad en sueldos o salarios por desempeñar las mismas tareas respecto a los hombres, falta de oportunidades educativas, laborales, de salud, de acceso a créditos hipotecarios y de tenencia de la tierra, desvalorización del trabajo doméstico y de la crianza de los hijos.
Estas exigencias no son una victimización, las cifras y los hechos hablan por sí solos, las mujeres diariamente se enfrentan a la desigualdad, motivada por los dichos, actos y omisiones de algunas autoridades, administradores de justicia, maestros, empresarios, medios de comunicación y organizaciones de la sociedad civil; la falta de políticas públicas integrales con lentes de género fomentan la misoginia y las violencias contra las mujeres y sus hijos.
Así se conmemora el Día Internacional de la Mujer (8 de marzo), fecha en la cual convergen organismos oficiales y organizaciones de la sociedad civil nacionales e internacionales, gobiernos y sociedad, con el objeto de hacer un alto en el camino para visibilizar los desafíos que persisten en esta materia. La violencia de género invade cada rincón del territorio nacional, hasta ahora, las capacitaciones a representantes populares, servidores públicos y autoridades, las campañas de prevención y las alertas de género han servido de poco, la violencia de género sigue reproduciéndose de forma habitual.
El Día Internacional de la Mujer nace el 8 de marzo de 1908, cuando 146 mujeres trabajadoras de la fábrica textil Cotton de Nueva York, murieron calcinadas, a raíz de un incendio provocado por las bombas que lanzaron elementos de seguridad, ante la negativa de abandoner la fábrica; ellas protestaban por los bajos salarios y las condiciones indignas en las que trabajan; se reconoce también como antecedente, las manifestaciones protagonizadas por obreras textiles el 8 de marzo de 1957, también en Nueva York, por ello, SE CONMEMORA no se festeja.
En este 2019, las Naciones Unidas impulsa el lema “Pensemos en Igualdad, construyamos con inteligencia, innovemos para el cambio”.
Alcanzar la igualdad de género requiere de innovaciones sociales que funcionen tanto para hombres como para mujeres, propone en su portal oficial la planificación urbana que centra la seguridad de la comunidad hasta plataformas de aprendizaje electrónico que lleven el conocimiento a las mujeres y las niñas; centros de cuidado infantil accesibles y de calidad; así como tecnología diseñada por mujeres para abordar los obstáculos persistentes que las limitan. Consideran que la innovación puede impulsar la carrera por la igualdad de género hasta la meta para 2030.
Innovar es crear soluciones inteligentes que vayan más allá del reconocimiento de las disparidades de género y atiendan las necesidades de hombres y mujeres en plano de igualdad.
La realidad muestra que la desinformación sobre el origen y el objetivo real de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer se distorsiona, algunas autoridades, representantes populares y quienes se dedican a los negocios aprovechan esta fecha para convertirla en festejo o celebración, su target es claro, rentabilidad electoral o incrementar sus ventas, basta escuchar los spots de radio, ver la publicidad en la prensa, digitales informativos, televisión y redes sociales que promocionan la llamada “semana de la mujer” o “semana rosa”, donde publicitan descuentos en spas, ropa, lencería, boutiques, tiendas departamentales, supermercados, salones de belleza, joyería, teléfonos celulares, venta de autos, auto-lavados, gimnasios, salones de eventos, etc.
México se ubica entre los 20 países más peligrosos para las mujeres, de acuerdo con el ranking de los Mejores países para ser mujer del US News & World Report de 2019, el cual enlista 80 países el seguridad e igualdad de género, nos superan Kazakhstan, Turquía, Israel y Arabia Saudita, países cuestionados en materia de derechos humanos, igualdad de género, igualdad de ingresos, progreso y seguridad.
Los 10 mejores países para ser mujer son: Suecia, Dinamarca, Canadá, Noruega, Holanda, Finlandia, Suiza, Australia, Nueva Zelanda y Alemania. Los peores son: Myanmar, Ghana, Irán, Tunisia, Tanzania, Guatemala, Irak, Nigeria, Colombia, Sri Lanka, Pakistán y México.
Hace días, la directora ejecutiva de Amnistía Internacional México, Tania Reneaum, afirmó que nuestro país, registra mayor número de feminicidios en Latinoamérica, dijo: "México llega (a esta fecha) como el país de Latinoamérica que más feminicidios registra, más que Brasil, más que El Salvador, más que Honduras. Llega con una enorme tasa de impunidad, en general de todos los delitos, pero el delito de feminicidio de manera especial”.
Cifras del secretariado ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), indican que el delito de feminicidio aumentó 104% entre 2015 y 2018, al pasar de 422 a 861 casos, respectivamente. Reneaum insiste: "Es indispensable entender que con la impunidad, con la invisibilidad de las violencias en contra de las mujeres, las mujeres no van a estar a salvo en un país sumamente violento para ellas… No son violencias aparte, no son violencias solamente que afectan el ámbito privado de las mujeres, son parte de la crisis de derechos humanos. El Estado falla en el deber de persecución adecuada del delito, de investigación y de sanción del delito".
El Estado tiene la obligación de salvaguardar la vida y la integridad de las mujeres y de sus hijos, por lo que se requiere una política pública eficaz, clara, que aborde los ámbitos sociales, de justicia y de reparación del daño.
El Presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, Luis Raúl González Pérez aseguró que los principales retos para contrarrestar la violencia contra la mujer siguen siendo las políticas públicas, la voluntad política de los gobiernos y los presupuestos, en la reunión anual de la alianza global de instituciones nacionales de derechos humanos (GANHRI), celebrada en Ginebra, Suiza, condenó que en muchos países de la región, incluyendo México, vaya en aumento los índices de violencia contra las mujeres, a pesar, de los grandes avances que han tenido las leyes. En Latinoamérica mueren asesinadas más de nueve mujeres al día víctimas de la violencia machista, es la zona más violenta del mundo para ellas fuera de un contexto de guerra, según la ONU. En el caso de México, menos del 10% de los delitos se denuncia, debido a la impunidad que persiste, muchas entidades ni siquiera cuentan los feminicidios y las incluyen en el cómputo general de los homicidios. Datos del Inegi revelan que más de 12 millones de mujeres sufren en carne propia el terror en el interior de sus casas, en la intimidad de su relación. Alrededor de ocho millones han sido asfixiadas, cortadas, quemadas, han sangrado por problemas nerviosos y han reconocido padecer depresión. Otros cuatro millones de mujeres las han intentado asesinar o ellas han reconocido plantearse el suicidio.
Denunciemos la discriminación, alcemos la voz para que cada vez menos mujeres sean violentadas en cualquier ámbito de su vida, condenar la misoginia es responsabilidad de todos, a la par y por igual. Sumemos voces de conciencia, #Ni Una Menos.