De la Redacción/El Diario

jueves, 30 septiembre 2021 | 06:59

Los periódicos editados por esta empresa en todo momento han mostrado una línea editorial que respeta los inalienables e indispensables derechos humanos. Todas las expresiones de la sociedad han tenido y tienen voz en nuestras páginas.

En ese contexto se protege el derecho a la vida que todo ser humano tiene, así como el valioso derecho a la libre manifestación de las ideas y libertad de expresión. Defendemos sin cortapisas, desde luego, el ejercicio periodístico.

Esos derechos, junto con otros, son pilar de nuestra democracia y por tanto, son valiosos por sí mismos, dado su importante lugar en cualquier prelación que enuncie valores.

Se discute por grupos antagónicos el derecho a la vida y el derecho a la libre disposición por parte de la mujer de su cuerpo.

La discusión, desde hace tiempo, se ha salido de control y ha tomado las calles, dada la polarización que encienden ambos temas.

Al respecto, cumplimos con nuestra labor como medio de comunicación de informar ambas posturas y propiciar una discusión civilizada tanto desde las noticias publicadas como en las secciones de opinión.

Las marchas violentas rompen la elemental convivencia social y muestran un odio marcado de rencor contra las mayorías, un inexplicable como profundo enojo contra quienes piensan diferente.

Rayonear, destruir, insultar, atacar con coraje, con odio, todo aquello que se encuentra a su paso, como ocurrió el martes y ha ocurrido en otros momentos, trasgrede el derecho de terceros, de las empresas que crean empleos; deteriora nuestro pasado histórico representado en los monumentos públicos como el Palacio de Gobierno o el Monumento a Francisco Villa o El Ángel en la Plaza Mayor.

Rompen la armonía social, imponiendo una lógica de anarquía, de potencialmente peligrosa ley de la selva.

De nueva cuenta, y sin necesidad alguna, en la marcha feminista fueron atacadas las instalaciones de El Diario de Chihuahua y con ello agredidas las mujeres, los hombres y toda persona que aquí labora. Son de pasada agredidos también los lectores que están de acuerdo o disienten de las manifestantes.

Ninguna concepción ideológica justifica los ataques perpetrados bajo el cobijo de demandas planteadas con rostro embozado, aerosol en mano, expresión violenta de auténtico coraje.

Pese a ello, El Diario reitera su compromiso por continuar defendiendo los derechos humanos, así como realizar de manera objetiva nuestra superior tarea de informar los hechos que acontecen en nuestra comunidad, propiciando la mayor discusión y debate para conformar opinión pública, crítica e informada.