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Jaime Rodriguez Chacón
martes, 21 noviembre 2023 | 05:00En el Paso Texas, desde un edificio se podía leer el lema: “United we stand” También letra de una canción interpretada por Brotherhood of Man, (escrita por Tony Hiller y Peter Simons) Tenían razón, unidos permanecemos, divididos caeremos.
Pero astutos mercenarios como Trump, y López Obrador, conocen bien el lema: Divide y vencerás.
Sembrar el odio y la discordia ha separado a la sociedad mexicana y norteamericana. Aquel, a través de Tweets o posts, y éste con todo el poder mediático de las “mañaneras” todo el tiempo a su antojo para calumniar a periodistas y políticos, y asediar al Poder Judicial. El parlamento europeo vio con preocupación los homicidios de periodistas y la amenaza a la democracia aquí. Ipso facto, López Obrador, los tildó de injerencistas y borregos. ¡Nunca se había visto tan fina diplomacia en México!
La asunción del demagogo y populista, dizque de izquierda, López Obrador, debe verse en el contexto del asalto al poder de otro populista de derecha: Donald Trump, y de quien se señaló presuntas injerencias con Rusia.
Asumiendo que los rusos facilitaron a Trump el ascenso al poder, y que AMLO, tuvo más simpatías con éste que para con el demócrata Joe Biden, pues le ponía piedras en el camino, condicionando su asistencia a la Cumbre -Democrática- de las Américas, a cambio que se invitara a las dictaduras de Cuba, Venezuela y Nicaragua, esta última con más de un centenar de opositores presos.
Ambos parecen anticristos. Primero porque manipulan la religión. Donald Trump, y López Obrador, se catapultaron a través del evangelicalismo. CONFRATERNICE, con Arturo Farela, generó simpatías entre la feligresía para con el mandatario ahora calificado como híbrido, entre demócrata y dictador.
Allá el antiinmigrante que apoya a la Asociación Nacional del Rifle, (RNA) tuvo el cinismo de pasar lista a los niños muertos en masacre de odio, en pueblito de Uvalde, Texas, donde muchos son de origen latino, o mexicanos. Al igual que López Obrador, todos estos populistas mencionan el nombre de Jesús, como Hugo Chávez, quien afirmaba que Cristo había sido el primer comunista. Pero maldijo a Israel en público.
No imagino a Jesucristo restringiendo las libertades, encarcelando opositores, separando familias, llevando al país al desastre y, por tanto, al éxodo de sus habitantes: despatriados, pobres, angustiados, pernoctando en vagones del tren y en la calle, con pústulas en pies, con pequeños, hambrientos y enfermos. ¿Eso haría Jesús? Pues eso hacen estos regímenes totalitaristas. Además, de la venta de esclavos como los médicos cubanos, en cuyos países retienen a sus familias como garantía de lealtad al régimen.
Trump, y López Obrador, manipularon al evangelicalismo para empoderarse como dice el dicho. “La única forma que tenemos para hacernos del poder como comunistas, no es lo que hizo Marx. Debemos infiltrarnos dentro de las iglesias, en la educación, lentamente ir transformando y ridiculizando las tradiciones (…) a fin de ir destruyéndolas y formar la sociedad que queremos:” Antonio Gramsci.
Quienes facilitaron la tormenta perfecta, los religiosos, deben ahora coadyuvar en busca de soluciones, como dijeron los marineros a Jonás, al desatarse una tempestad por su causa: Levántate dormilón y ora a tu Dios. Para quienes vaticinaron que éste sería el mejor presidente, deberán saber que los profetas de antaño, anunciaban juicio, hambre, destrucción y guerras. Ojalá se cumplieran sus dulces palabras.
Miembros de fuerzas armadas de Cuba, Venezuela, Nicaragua, China y la Federación rusa participaron en el desfile militar para conmemorar los 213 años de la independencia de México. En 2018 López Obrador, invitó a Nicolás Maduro a su toma de protesta. En 2021 asistió como invitado de honor el innombrable presidente de Cuba Miguel Díaz- Canel.
Si continúa Morena, pronto seremos colonia rusa.
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