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Dr. S. Álvarez A.
lunes, 01 agosto 2022 | 07:37Los índices de violencia que se observan en las calles y colonias de Chihuahua son el reflejo de que alguien en la sociedad ayer no cumplió sus obligaciones en casa, en el trabajo, la escuela, la asociación, y de que las autoridades federales, estatales y municipales no diseñaron una estrategia integral adecuada al problema.
Para tener más claro el tema, es necesario resaltar que la palabra seguridad se deriva del latín securitas, que significa ausencia de peligro o riesgos controlados. Cuando se hable de seguridad, es crucial incluir un polinomio de palabras que son codependientes, paz, seguridad, defenas y peligro.
La paz es un fin, es una aspiración humana; la seguridad es un medio para lograr la paz, es una condición, el ambiente en el que los ciudadanos se sienten seguros. La defensa, son las acciones que desarrollan las personas, las corporaciones e instituciones para crear las condiciones de seguridad; el peligro es el obstáculo, son los actos dañinos reales o potenciales que ponen en riesgo o amenazan la dignidad, integridad, la vida, libertad de las personas y vulneran los bienes, las instituciones, la paz pública o la soberanía de los países. Contra esos peligros se adoptan las medidas de defensa, ya sean preventivas o coercitivas para preservar el ambiente de seguridad deseado.
Jurídicamente, la seguridad es dividida en niveles para que cada persona, segmento social y la autoridad tengan un ámbito de competencia y de responsabilidad.
La seguridad internacional tiene como bien jurídico tutelado la paz mundial, la Organización de Naciones Unidas (ONU) es la responsable de crear esas condiciones, los países signatarios de la carta de la ONU coadyuvan a preservar ese ambiente, manteniendo su seguridad nacional con acciones de defensa preventivas y coactivas La seguridad nacional tiene como bienes tutelados: la integridad territorial, la independencia, soberanía nacional y lograr los objetivos nacionales; en el Artículo 89 fracción VI de la Constitución Mexicana, en la Ley de Seguridad nacional y su reglamento, se establecen las facultades de las instancias responsables de preservarla.
La seguridad interior, tiene como bienes tutelados: el orden constitucional, el funcionamiento de las instituciones, mantener el pacto federal y la gobernabilidad; en el mismo artículo 89 fracción VI y en los artículos del 27 al 29 de la Ley de la Administración Pública Federal se describen las instituciones responsables de mantenerla.
Seguridad pública, tiene como bienes tutelados: la vida, libertad, integridad, patrimonio y el bienestar de las personas, en el artículo 21 de la constitución se inscribe que la seguridad pública es responsabilidad de la Federación, los Estados y los Municipios.
En este contexto, la legislación federal de seguridad pública faculta a la Secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, la Fiscalía General de la República y la Guardia Nacional a colaborar con los estados y municipios para mantenerla en el ámbito del fuero federal.
La legislación estatal faculta a la Secretaria de Seguridad Pública, la Fiscalía local, Policía Estatal y Municipal como las instancias responsables de preservar la seguridad pública en el tenor del fuero común y haciendo respetar el Bando y Buen Gobierno.
En el artículo 5 transitorio de la Constitución, derivado del decreto publicado en el DOF, el 26 Mar. 2019, por el que se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones en materia de guardia nacional, faculta al Ejecutivo federal a emplear a las fuerzas armadas en tareas de seguridad pública de manera extraordinaria, regulada, fiscalizada, subordinada y complementaria, cuando se vean rebasadas las capacidades de las autoridades federales, estatales y municipales responsables de la seguridad pública.
Por esa razón debe predominar la coordinación y cooperación entre los tres órdenes de gobierno, para que cada instancia asuma su responsabilidad y motiven a la sociedad a participar.
La seguridad personal es una obligación individual, tiene como valor supremo cuidar la dignidad, integridad, salud, la vida, libertad y tranquilidad de cada uno, ejerciendo sus derechos y cumpliendo sus obligaciones.
La violencia nació en el seno de la sociedad que en el pasado no cumplió sus obligaciones en casa, no facilitó la educación a sus hijos(a), les dio todo o los abandonó y no les enseñó a trabajar; no los impulsó al deporte para disciplinarlos y no fomentó el trabajo en equipo; en la escuela al profesor no le permitieron ejercer su función o no supo cómo cumplirla. En el trabajo el patrón no creó las condiciones, ni ofreció la remuneración adecuada y las autoridades federales, estatales y municipales, no diseñaron las políticas públicas de seguridad y bienestar necesarias, no articularon esfuerzos y no dieron continuidad a las buenas prácticas.
Es necesario resaltar que la violencia para algunos sectores es un negocio, los elevados índices delictivos a muchos les conmueve, pero a otros les sirve de argumento para bajar recursos, inclinar licitaciones, otros ven la oportunidad de vender armas, equipo, tecnología, vehículos, crear empresas de seguridad privada; otros lucran haciendo apología del delito y vendiendo imágenes morbosas de violencia. En suma, la inseguridad es responsabilidad de todos, tenemos la obligación moral de reconstruir la paz, se requiere ocuparnos y dejar de culpar a la historia, porque cuestionar es muy fácil, pero muy difícil proponer y hacer lo propio en casa, tener claro que el problema está latente y creciente, en vez de criticar se deben proponer alternativas de solución.
Es indispensable invertir más tiempo, experiencia, conoci--------mientos y recursos, en la prevención, en casa enseñar a los niños(a) y jóvenes a leer, escribir, a trabajar, ser puntuales, limpios, ordenados, responsables, a obedecer y tomar decisiones En las corporaciones policiacas, mejorar el estado de fuerza, equipamiento, seguridad social y ruta profesional de los policías, capacitar mejor a los policías ministeriales, dotar de tecnología a los peritos, crear un observatorio ciudadano para que el Ministerio Público informe el avance de sus carpetas de investigación, alejándolo de la indolencia y la tentación de la corrupción. En la peresecución del delito y administración de la justicia, incrementar los conversatorios entre fiscalías y poder judicial para intercambiar experiencias, privilegiando el bien común, desterrando el interés particular o grupal
En la reinserción social, convertir en fábricas de calzado o textiles los centros de reclusión, que fabriquen bienes de primera necesidad para las comunidades marginadas y que la mano de obra ociosa sea productiva.
En materia de inteligencia, dar certeza jurídica a todos los órganos de inteligencia, para que sean coadyuvantes directos del Ministerio Público. En el sector productivo, hacer alianzas con los gobiernos estatales vecinos y el federal, para desarrollar proyectos de largo alcance, tecnificando el movimiento de contenedores en los puentes fronterizos, mejorar la carretera paralela a la frontera para conectar Cd. Juárez con Nogales y Piedras Negras, pavimentar las calles de Ciudad Juárez y Chihuahua, articular un sistema de recolección de basura para mejorar la imagen de Cd. Juárez y Chihuahua; construir autopistas para conectar Chihuahua-hermosillo y Puerto de Guaymas, Parral-guachochi-choix-mochis y Topolobampo, Sin., para mover carga de EUA, Chihuahua, Coahuila y Nuevo León, por estas carreteras y puertos hacia el continente asiático.
En la participación social invertir más tiempo en los niños y jóvenes para educarlos, enseñarles a trabajar, que no sean reclutas de los grupos delictivos; además, utilizar el arma más poderosa a su disposición, la denuncia ciudadana y anónima de los ilícitos que ocurren en su calle y su colonia, ayudaría mucho a las autoridades. Finalmente, si en realidad se desea reconstruir la paz, es fundamental la participación social, porque la violencia no nació en la calle, ni por generación espontánea, la violencia la provocan las personas y esas personas nacieron y vivieron en alguna casa, estuvieron en algún plantel y salieron de algún trabajo; si cada ciudadano hace lo que le corresponde, tendremos una sociedad segura, en las calles habría menos infractores, la policía sería suficiente y no habría necesidad de fuerzas armadas en las calles.