Opinion

Los whats app de la ministra presidenta de la Suprema Corte

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José Luis Contreras

viernes, 26 mayo 2023 | 05:00

El pasado viernes 17 de febrero de 2023 en estas mismas páginas de El Diario, en el artículo titulado “La confrontación de la presidenta de la SCJN con AMLO” escribí: “Lo lamentable de la situación es que Norma Lucía Piña Hernández ha mostrado más que independencia, una actitud de opositora... Es lamentable el inicio de esta Presidencia de la SCJN porque lejos de asumir un papel crítico y señalar los retos que tienen y el necesario combate a la corrupción que ve la sociedad, se asume como opositora y sí, reafirma su independencia, pero no del Ejecutivo, sino de la sociedad mexicana”.

Pues bien, esta actitud que advertí ha quedado evidenciado aún más con un penoso acto por parte de la Presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Norma Piña Hernández. Un acto que no sólo demuestra el papel de opositora no sólo al Presidente y Morena, también la exhibe de cuerpo completo en su actitud de utilizar su cargo como titular de la Corte, anteponiendo sus posiciones ideológicas y políticas sobre su investidura judicial, un papel penoso y vergonzoso para la Corte del país, que fue confirmado el pasado 16 de mayo de 2023, al mandarle mensajes de whatsapp a un senador de la República, pero no fue a cualquier senador sino al presidente del Senado y miembro distinguido de Morena.

Dichos mensajes fueron al senador Alejandro Armenta, y en la conversación que duró más de una hora, no sólo se advirtió un tono de amenaza y recriminación al legislador por su trabajo, además se burló de él. Fue tan penoso el actuar de la ministra de la Suprema Corte que ni siquiera el propio senador estaba seguro de que se tratara de la ministra presidenta de la Corte. Fue tan inverosímil el hecho, que al día siguiente que Armenta hizo públicos estos mensajes, muchos medios de comunicación no daban crédito a que fuera verdad, es decir que esos mensajes hubieran sido enviados personalmente por la ministra Piña, incluso algunos informadores manifestaron, en tono de burla que era poco creíble que se tratara de la ministra de la Corte por el tipo de mensajes enviados.

Algunos de los mensajes que fueron revelados son los siguientes: “Usted puede ver a los ojos a sus hijos o hijas después de lo que dice “La vida nos juzgará”. “Y si quiere hacer pública esta conversación yo no tengo problema”, y a las respuestas que daba el senador la ministra se reía con los característicos emoji de risa. Lo increíble de la situación es que el 18 de mayo la ministra de la Suprema Corte, en una carta sin membrete, logotipos ni su puesto, Norma Piña (firmando como Norma Lucía Piña Hernández) emitió una respuesta que publicaron diversos medios pero que no fue subido a la página de la SCJN, donde aceptaba los mensajes, confirmando que emitió esos mensajes por la labor del legislador pues el 27 de abril de este año presentó una iniciativa de reforma constitucional para que los ministros sean electos por voto popular y no por el Senado a propuesta del presidente de la República.

Con dichos mensajes la ministra presidenta no sólo revela la actitud de opositora al presidente, también revela que no debería seguir desempeñando su cargo de ministra de la Suprema Corte y mucho menos presidenta de la misma pues violenta el propio código de ética de la Suprema Corte así como el artículo 100 de la Constitución Federal que ella está obligada a observar y predicar con el ejemplo, y que les exige excelencia, objetividad, imparcialidad, profesionalismo, independencia y paridad de género, por lo que su conducta tendría que ser revisada y sancionada por el Consejo de la Judicatura del propio Poder Judicial Federal del cual es presidenta y cabeza máxima. Lo mínimo que debería hacer la ministra es pedir disculpas públicas además de someterse a la investigación y sanción en su caso del Consejo de la Judicatura Federal, más aún cuando ha votado en contra de las reformas Constitucionales y legales del presidente de la República y de Morena, aprobadas por el Congreso Federal, además del último decreto de AMLO donde se consideraba obras prioritarias del gobierno como asunto de seguridad nacional e interés público. Ha quedado en evidencia pues su papel como opositora al presidente y a Morena, lo que ya dejará en entre dicho todas sus decisiones sobre el Presidente de la República y del Congreso federal que es de mayoría morenista. Penoso lo que ha mostrado la presidenta de la Suprema Corte.