Opinion

Play Ball

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Isaías Orozco Gómez

domingo, 24 marzo 2019 | 22:59

En la inauguración del nuevo estadio de béisbol de los Diablos Rojos o Estadio Alfredo Hart Helú, ubicado en la Ciudad de México, celebrada el sábado próximo pasado, el ciudadano Presidente de la República, licenciado Andrés Manuel López Obrador, confirmó su compromiso de impulsar el “rey de los deportes” y demás deportes que se practican en  el territorio nacional. 

En ese acto deportivo, el Presidente de los EUM, enfatizó que se impulsará el béisbol infantil, juvenil, amateur y profesional, porque el béisbol es más que un deporte: es una pasión fecunda que requiere de cabeza, de corazón y de carácter. Se deduce entonces, que, aunque no son los “reyes del deporte”, también se apoyará al futbol (soccer y americano) y al basquetbol de práctica generalizada y común entre los mexicanos;  gimnasia,  artes marciales,  box,   lucha libre, natación… Así como los   juegos y deportes tradicionales de nuestras etnias originarias.

Por lo que se ve y observa, éste régimen de la Cuarta Transformación encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador y sustentado fundamentalmente en el trabajo desempeñado por  los servidores públicos y representantes populares de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial (federal y estatales), por los tres niveles de gobierno postulados por MORENA;  está resultado holístico. Es decir, está abracando todo lo que compete a la vida nacional mexicana. Desde luego, con la aprobación y apoyo –hasta estos momentos– de millones y millones de ciudadanos, de la población en general, que hace décadas implícita y explícitamente, esperaba la construcción de un MÉXICO NUEVO.

Y hoy, que se habla, de que ahora sí se formulará y se pondrá en marcha una auténtica reforma educativa, resulta muy oportuno e indispensable   tener siempre presente, que la CULTURA se crea, se forja y se transmite cotidianamente de generación en generación: la cultura del estudio, la cultura de la disciplina, la cultura de los valores, la cultura del trabajo, la cultura del deporte y/o de la educación física, la cultura del deber social, la cultura de los derechos humanos, la cultura de nuestras obligaciones con los demás, la cultura de nuestra conducta como seres humanos…

Reconociendo el histórico y sobresaliente trabajo que ha venido realizando y realiza la FAMILIA en la EDUCACIÓN de los vástagos, debe aceptarse también, que tanto para el cultivo del deporte como para la formación integral de las nuevas generaciones, es la escuela, es la educación, como un derecho constitucional, el único instrumento, el proceso de enseñanza-aprendizaje que garantiza en los hechosy no con simples  buenas intenciones, con realidades y no con consignas o promesas, lo que puede ser una vida mejor, lo que puede constituir una sociedad más humana, más racional y más justa.

Ponderable el interés e impulso que ofrece darle al béisbol y a todos los deportes el presidente de la República, no obstante, conviene ser cautelosamente realistas y tener presente las condiciones desastrosas (evidentemente en lo económico, por tanta corrupción) en que los gobiernos prianistas, tecnócratas y neoliberales, dejaron al país. Por lo que no será sencillo, fácil, llevar a cabo tan ambiciosa política deportiva, máxime si se lleva al plano del ejercicio masivo. Piénsese en lo siguiente:

El deporte, como toda actividad física-mental, requiere: de buena alimentación, nutritiva, balanceada, suministrada cuando menos las acostumbradas tres veces al día. De salud integral, sino es que total, de todos los niños, adolescentes y jóvenes especialmente de los deportistas.

Los espacios deportivos (canchas, albercas, pistas…) están muy limitados en todo el país, por lo que no va a ser tarea cómoda y nada costosa, el construirlos y habilitarlos. Principalmente en las zonas marginadas, que es en donde más se requieren.

Las instituciones dedicadas al cultivo del deporte, no deben ser semillero de porros, de golpeadores, de matraqueros, al servicio de partidos políticos, de sindicatos charros o blancos, de mafias. Como lamentablemente, se sigue presentando.

Dar prioridad al deporte por afición, masivo, al amateur. Para no seguir dándole preferencia al “estrellato”, al profesional, que no es del todo negativo, pero… Cuántos individuos que fueron la estrella del equipo en tal o cual universidad u otra institución de educación superior, lograron su “título”, por esos méritos, más no por haber estudiado realmente la carrera.

En fin, que el deporte se convierta en una de las principales actividades de nuestros niños y jóvenes, para evitar que los mismos se conviertan en viciosos, en drogadictos; peor, más grave: en sicarios desechables.

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