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Rafael Soto Baylón
martes, 09 abril 2019 | 19:46No a todos gustaba tu “estilo personal de gobernar”. Desde que fuiste titular de la presidencia municipal de Ciudad Capital te ganaste el mote de “Huracán Martínez”. También te llamaban “Estropicio Martínez” porque mandabas derribar este barrio y luego este otro y posteriormente el mismísimo centro de Chihuahua. De igual modo se mencionaba que si no te entraban los balazos menos las razones.
Sin embargo, y al correr de los sexenios, no sé si asegurar que fuiste buen gobernante o si quienes te sucedieron fueron –y son- muy malos servidores públicos. En tu ciclo, a pesar de haberlo administrado dos años con un presidente priista y los cuatro restantes con el de Vicente Fox, supiste muy bien comportarte de manera institucional sin llegar a enfrentamientos con quien sacó al PRI de Los Pinos.
Tu periodo fue el último en el cual se respiró paz y tranquilidad en la entidad. Fuiste un gobernante austero a quien jamás se le ha acusado de desviar recursos públicos para beneficio personal. Incluso –después- viajabas en clase turista, en algunas ocasiones compartimos el avión y los espantosos sándwich.
Pero esa época de paz también se reflejaba en tu dispositivo de seguridad. Antes del atentado, te asistía un equipo de tres personas incluido el chofer. Después de ese trágico suceso tus asesores te obligaron a incrementarlo a 16 guardias. Para que nos demos una idea de la magnitud de la decisión de Patricio, Reyes Baeza era resguardado por 24 agentes y César Duarte 40. Estos sin incluir a quienes les encargaron el cuidado de sus respectivas familias.
Patricio se ganó a pulso la alcaldía, pues no era militante del Partido Revolucionario Institucional y sólo contó con el apoyo de Fernando Baeza, necesario pero no suficiente. Posteriormente en la penúltima elección interna del tricolor para elegir candidato a gobernador, Martínez se impuso por amplio margen a un viejo priista de cepa verde, blanca y roja, al filósofo de Rubio, a un gallo muy jugado, a Artemio Iglesias.
Sí jóvenes chihuahuenses, hubo una época en la cual se respiraba paz. Se fue Patricio y se inició una etapa de la cual no hemos salido. Con Reyes Baeza la inseguridad se disparó a niveles estratosféricos, César Duarte la bajó unos cuantos puntos pero se dedicó más a maquillarla y con la actual administración sigue aumentando sin límites.
Patricio, deberías bajarte de tu mecedora y por amor al estado y a la patria, prestarles a las actuales autoridades una copia de la llave con la cual cerraste la puerta a la delincuencia organizada. Darles la receta de cómo mantenerla bajo control y sobremanera cómo usar el poder. Gracias Patricio.
Mi álter ego reflexiona, como México no hay dos. Si Kafka hubiera vivido aquí y en nuestros días y hubiese empezado a escribir Metamorfosis (o La Transformación) con toda seguridad habría quemado su borrador y no se hubiese inspirado en Gregorio Samsa, sino en Elba Esther y en SNTE. México es un país surrealista.