Opinion
Crónicas de mis Recuerdos

Tragedia en Chihuahua: Muere el Jefe Salvador Cobos Huerta (1965) (Primera parte)

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/ Salvador Cobos Huerta (†), nació el 6 de agosto de 1909 en la ciudad de Ojinaga, Chihuahua. Seria invitado por el Presidente municipal, Manuel López Dávila a integrarse a los bomberos de la ciudad de Chihuahua, nombrado jefe el 12 de mayo de 1936. Desde joven se caracterizó por su espíritu altruista (Foto-Estación de Bomberos-Cuarta y Urquidi).
/ Momentos antes de la tragedia cuando la pared aún se encontraba de pie e inmediatamente bajo ella, los bomberos estaban trabajando en el incendio del día 9 de julio de 1965 que destruyó la Mueblería “Últimas Novedades”, siniestro que daño edificios contiguos. No sólo la destrucción estaba ahí, también la muerte rondaba el lugar (Foto-Don Ramón Verduzco).
/ Momentos del rescate del jefe de bomberos Salvador Cobos, cuando fue sacado de entre los escombros que lo sepultaron al entrar a la mueblería “Novedades”. De ahí sería trasladado a la Clínica del Parque, siendo las 14:10 horas del viernes 9 de julio de 1965. Minutos más tardes a las 15:00 horas, se daría la noticia de su lamentable deceso (Foto-Don Ramón Verduzco).

Oscar A. Viramontes Olivas

sábado, 26 febrero 2022 | 21:50

Chihuahua era una ciudad aparentemente tranquila, pues sus ciudadanos dedicados al trabajo y al engrandecimiento de su municipio, desarrollaban actividades con gusto y amor a la tierra, pero no se imaginaban que un día llegaría una tragedia traducida en un incendio. Los locales comerciales de la Libertad y el Centro Histórico, estaban en riego de sufrir algún siniestro, pues las medidas de seguridad lamentablemente “no existían” y si existían, eran paupérrimas, ya que, si comparamos a los tiempos actuales, la presencia de Protección Civil y otros organismos encargados de la seguridad de los chihuahuenses no existían y menos, que el cuerpo de bomberos tuviera el personal y el equipo necesario para cumplir su trabajo.   

Fue así que el viernes 9 de julio de 1965, los negocios abrirían sus puertas como de costumbre y sus empleados empezarían hacer la limpieza de vidrios y banquetas, aunado a la atención de sus clientes. Así mismo, el flujo de personas se empezaba a incrementar en la zona de la Libertad que era la más importante en la ciudad de Chihuahua comercialmente hablando. Sin embargo, muy cerca del mediodía, algunas personas que circulaban por la avenida Independencia y Libertad, se percataron de un olor a madera quemada y no pasaría mucho tiempo cuando por la parte trasera del Banco Nacional de México ubicado en la esquina antes mencionada, empezaba a salir humo de su azota. La gente empezó a ponerse histérica, mientras otros gritaban que se estaba quemando el banco, pero la realidad, la que se estaba quemando era la “Mueblería Novedades” ubicada en la parte posterior del banco por la calle Libertad.  

Empleados de los negocios aledaños a la mueblería que se estaba quemando, hablarían a la estación de bomberos para reportar el hecho, contestando el encargado de radio patrullas que de inmediato reportaría a los tragahumos para que fueran a atacar el siniestro. En eso recibiría el jefe Salvador Cobos Huerta la notificación, tomando providencia de los hechos y de inmediato organizaría su gente para cumplir con su deber. Eran las 12:00 del día cuándo el personal de bomberos saldría en sus máquinas extintoras a cumplir con su deber. Solo tardarían 10 minutos en llegar al terreno de los hechos y de inmediato el jefe Cobos organizaría a su gente. El voraz elemento ya había afectado los edificios de la Presidencia Municipal, Banco Nacional de México y el Banco de Comercio de Chihuahua.

Por su parte el jefe Chava Cobos iniciaría con las órdenes respectivas a su personal a manera de que pudieran evitar que las llamas causarán mayores daños, siguiendo el sistema de aislamiento que consistía en separar la zona del desastre del resto, tal medida, sería adoptada debido a la cercanía del fuego a otros costosos edificios. Una bombera se instalaría para proteger la zona del Banco de Comercio en la avenida Independencia y Victoria; otra más, en la Presidencia Municipal y una tercera en la calle Libertad, con el fin de combatir directamente por todos los flancos el siniestro de “La Mueblería Novedades”. La intensa lucha de los tragahumos era como siempre, muy oportuna, logrando que en una hora después de que había iniciado el siniestro a eso de las 14:10 horas, el fuego ya estaba casi controlado y la labor faltante se concentraba solamente en acabar con las llamas de algunas maderas del interior de la mueblería. El jefe Salvador Cobos al sofocar siempre algún incendio, tomaba la decisión de introducirse al interior de los edificios siniestrados para ver el panorama más de cerca y en la mayoría de las veces, lo hacía sin ninguna protección. No fue la excepción en el caso de la Mueblería Novedades, ya que, para estar más seguro, Cobos entraría sin ninguna protección. Caminó de la bombera hacia la mueblería con intenciones de inspeccionar la construcción y ver la posibilidad de ordenar que su personal entrara al local a combatir más de cerca las llamas. Cuando estaban en el marco de la puerta principal del edificio, se escucharía un ruido sordo, produciendo el estallamiento de la cantera recalentada y enfriada violentamente con el agua de los bomberos. 

Al escuchar Cobos la detonación, se apresuró a correr rumbo a la calle y en esos momentos se produjo el derrumbe. Todo era confusión y en realidad nadie del numeroso público sabía con certeza lo que había sucedido; unos creyeron que el jefe de bomberos había logrado salir y otras que se había regresado al marco de la puerta para evitar los golpes. Cuando el reloj de Catedral anunciaba las 13:00 horas, Cobos se introduciría al edificio aún en llamas, en eso, una pesada pared de cantera se vendría abajo, quedando atrapado don Salvador entre bloques de cantera y polvo; de inmediato, el sargento de la policía Francisco Granados había advertido del peligro en que se encontraba el jefe Cobos, al tratar de acercarse a la mueblería sin protección, pues se podía derrumbar alguna estructura. Sin embargo, en el momento en que la pared caía sobre la humanidad de don Chava Cobos, Granados al correr a tratar de salvarlo, resultaría con un golpe en la rótula sin mayores consecuencias; un soldado del ejército, bomberos y un agente de la Policía municipal, correrían para auxiliar al héroe de Chihuahua que yacía semi sepultado entre pesadas losas de cantera. 

Al llegar al desastre, el personal ahí concentrado, se abocaría a mover las estructuras y poder sacar así al legendario jefe. Por fin, sería rescatado y llevado de inmediato a un auto de la municipal, el número, 17 que de inmediato, se puso en marcha con las sirenas a “todo volumen”, llevando al agonizante Cobos a la Clínica del Parque cuando el reloj de la patrulla marcaba las 14:15 horas. Minutos después a eso de las 15:00 horas, se informaba que el jefe Salvador Cobos había fallecido. Las personas que habían auxiliado al jefe de bomberos, afirmarían que una losa le había caído en la espalda, causándole una fractura; otra más le arrancó la mano derecha y una tercera, le produciría lesiones serias en la cabeza. La falta de agua suficiente y un mayor número de bomberos con mejor equipo; la falta de equipo moderno para enfrentar el incendio, representaban una realidad que siempre había sido la debilidad de los tragahumos. Una mortal hornaza se presentaba, cuando muchas personas se detenían brevemente para meditar, cómo en 60 minutos se acababa toda una vida de actividad, refiriéndose a la negociación “Mueblería Novedades” que, en poco tiempo, se convertiría en comunal ruina y aparte sería la tumba para el jefe Cobos. 

Ante centenares de curiosos que se habían reunido en la calle Libertad frente a la plaza de Armas y a duras penas contenidos por las fuerzas policiacas, se produciría una tragedia, y entre nubes de polvo quedaba sepultado el jefe de los bomberos, cuando tras de luchar al lado de su gente por más de una hora y lograr dominar las llamas, protegiendo las instalaciones e intereses de otros. El abnegado jefe, recibiría el golpe que le acabaría con su destino y como “los bravos”, caería en el cumplimiento de su deber…Esta crónica continuará… 

El contenido de esta crónica es con fines de investigación, sin ánimo de lucro, por lo que no viola derechos de propiedad intelectual ni derechos conexos. “Tragedia en Chihuahua: Muere el Jefe Salvador Cobos Huerta (1965)”, forma parte de los Archivos Perdidos de las Crónicas de mis Recuerdos. Si desea la colección de libros “Los Archivos Perdidos de las Crónicas Urbanas de Chihuahua”, tomos del I al XII adquiéralos en Librería Kosmos (Josué Neri Santos No. 111) y Bodega de Libros. Si usted está interesado en los libros, mande un whatsaap al 614 148 85 03 y con gusto le brindamos información.